Más de 300 personas de seis países recrean los Sitios de Zaragoza

Más de 300 personas procedentes de seis países participan en la recreación de las batallas que pusieron cerco napoleónico a la ciudad de Zaragoza. Es uno de los momentos que recrean la lucha en la que los zaragozanos y las zaragozanas participaron con determinación a comienzos del siglo XIX. 

Este sábado por la mañana se ha celebrado el desfile por las calles del centro de la ciudad, y  han llegado hasta la plaza del Pilar, donde una multitud esperaba a los grupos participantes. Por la tarde ha tenido lugar el desfile hacia la batalla, y la recreación del primer Sitio. Entre los protagonistas, como en su día, se ha podido escuchar al general Palafox lanzar una arenga al ejército y a los zaragozanos; y se ha podido ver y escuchar cómo una de las heroínas, Agustina de Aragón, disparaba el cañón y defendía su posición hasta que han llegado los refuerzos.

Este domingo sigue la recreación del segundo Sitio, en el que, finalmente, la ciudad, exhausta, cayó ante las tropas francesas.

Con todo detalle

Los personajes anónimos de la historia permiten conocer los detalles de sus uniformes y atuendos en esta recreación que cuenta las batallas en las que Zaragoza consiguió cercar a las tropas de Napoleón. En los Sitios de Zaragoza no hubo tiempo de equipar a todos los civiles y esa fue la razón por la que los alistados optaron por el color rojo para distinguirse. Y así lo mostraban en una escarapela en el sombrero o en un brazalete.  

Nada se deja al azar y así lo atestigua Mariano Martín, uno de los participantes en esta recreación, que se ha convertido en un civil militarizado durante los Sitios de Zaragoza. Después de documentarse a través de diferentes páginas webs, encontró las gafas que más se asemejaban a los modelos que había localizado en los museos. 

En este encuentro se distinguen también los típicos bicornios en los soldados del ejército español, por lo que porta también la escarapela roja o, en casos determinados, los penachos verdes como elemento distintivo de la infantería ligera. Aunque la imagen que más ha perdurado de Napoleón es la que lo muestra portando el bicornio del ejército francés, los expertos que participan en la recreación han explicado que en 1808 ya vestía el chacó. 

Tampoco todos los soldados franceses vistieron de azul imperial. Los pigmentos llegaban procedentes de la India; un mercado que era controlado por los ingleses y la razón por la que algunos de estos militares vestían de blanco.