Más de 12.000 peregrinos de todo el mundo pasan por Zaragoza en su viaje a la Jornada Mundial de la Juventud

La Catedral Basílica del Pilar de Zaragoza va a recibir a más de 12.000 jóvenes en su camino de ida o vuelta hacia la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que tiene lugar en Lisboa del 1 al 6 de agosto y que contará con la presencia del papa Francisco.

De esta forma, se duplica la previsión inicial, de unos 6.000 jóvenes, de 18 nacionalidades, que se habían inscrito para visitar el templo zaragozano. Los grupos participantes en la JMJ comenzaron a llegar a la capital aragonesa el miércoles, 19 de julio, y lo han estado haciendo desde entonces.

Estos últimos días, no obstante, la afluencia está siendo mayor y también se deja notar en las calles del centro de Zaragoza, donde, además, en ocasiones, estos grupos de jóvenes pasean cantando canciones religiosas.

El delegado capitular de Culto y Pastoral del Pilar del Cabildo Metropolitano de Zaragoza, José Antonio Calvo, ha comentado que los grupos entran en el templo cantando, allí son recibidos por alguno de los canónigos del Pilar, que ofrecen una explicación sobre la basílica y sobre esta advocación de la Virgen, para celebrar después cada grupo la eucaristía, protagonizar una oración silenciosa y pasar a venerar el Pilar, sobre el que la tradición dice que la Virgen se apareció, en carne mortal, al apóstol Santiago.

Asimismo, ha señalado que en el altar mayor del templo se expone estos días, en un vitrina, el solideo y el rosario de Juan Pablo II ya que fue éste Papa quien promovió la organización de las Jornadas Mundiales de la Juventud y, este año, es el patrono de la de Lisboa.

Los grupos de jóvenes cristianos visitan especialmente la plaza del Pilar y la catedral de La Seo en la capital aragonesa, y también pasarán por otros municipios de la Comunidad. "Normalmente les contamos una pequeña catequesis, luego entramos a besar a la Virgen, a ver el manto de la Virgen, vemos la historia de las bombas y hacemos un poco de misión cantando por las plazas. El día de hoy ha sido una bendición. Hemos podido celebrar la eucaristía dentro de la basílica y ha sido verdaderamente una gracia de Dios", explica Paula Cervera, acompañante de grupos de la peregrinación.