Los retos que ponen en riesgo la relación entre deporte y salud

¿Cómo una persona que un día se compra una bicicleta y comienza a practicar ciclismo con los amigos termina años después preparando una carrera de montaña en la que correrá 335 kilómetros por los Alpes? Es una pregunta que también se ha hecho Jesús Bailo, un cincovillés que compite en pruebas de larga distancia y que ha ganado la 'Ehunmilla', un ultra-trail que recorre 172 kilómetros por el País Vasco con un desnivel positivo de 10.500 metros. Su caso no es frecuente y su preparación física tampoco. Los expertos en medicina del deporte reconocen que la línea que delimita deporte y salud, y deporte y lesión es muy delgada, y advierten de los riesgos ante pruebas cada vez más exigentes si no se lleva a cabo un entrenamiento específico.

Minimizar riesgos pasa por "conocer los límites de cada uno". Es una afirmación que hace el doctor Francisco Tolosa, para quien uno de los grandes males de nuestro tiempo es "la obsesión por querer siempre estar por encima de los demás". Bien es cierto que deportistas como Bailo, que ponen su cuerpo al límite, entienden perfectamente cómo gestionarlo. "Son gente que está muy preparada y que además se somete a muchos controles de salud", asegura este facultativo. Su experiencia en pruebas como la carrera de montaña Canfranc-Canfranc le dice que los que compiten en la trail corta de 16 kilómetros "generan muchos más problemas porque llegan con una peor preparación".

Psicología a escena

En el caso de Bailo, lo de correr largas distancias surge porque se le "da bien y sirve como reto mental y de motivación". "Yo sigo una planificación y me someto a exigentes pruebas de esfuerzo y analíticas médicas", afirma este atleta. Ese trabajo físico metódico es fundamental, pero en su deporte también es importante la psicología. Bailo no es de los que se retira porque asegura que aguanta bien esa presión. 

Alguien que le conoce a la perfección es su preparador físico. "El cuerpo humano, en principio, está preparado para estos esfuerzos, pero hay que adaptarlo", advierte Fernando Lobos. Se logra con entrenamiento, aunque lo complejo es "ser competitivo psicológicamente". Durante una carrera se pueden sufrir "diez bajones" en los que el atleta solo quiere retirarse. ·"Saber ver siempre el vaso medio lleno a las malas es imprescindible en las largas distancias", zanja este entrenador.

Una atleta en plena ascensión en una prueba de montaña de larga distancia. / Europa Press

Paciencia para el que se inicia en el deporte

Practicar este tipo de deporte de larga distancia con seguridad implica un proceso de conocimiento personal, con el entrenador, "no se trata de coger un libro genérico que sirva para todos", explica Lobos. Desde su experiencia sabe que "cada preparación es un mundo" y que uno de los mayores errores que pueden cometer es el de "querer avanzar en ella demasiado rápido".

Esa calma y conocimiento individual pueden evitar que se produzcan accidentes sobre el terreno. Luis Alberto Hernando, además de trabajar en el Grupo de Rescate Especial de Intervención en Montaña (GREIM), es tres veces campeón del mundo de trail. Relata que ve deportistas que "no siempre tienen la buena forma física que creen" y eso les pone en riesgo para una actividad al aire libre, incluso para los que llegan muy preparados. "Por estar muy en forma se pierde la perspectiva y se cae en un exceso de confianza, que puede resultar catastrófica", atestigua este guardia civil. 

Hernando coincide con Tolosa en que, en el deporte, "lo más peligroso no es una carrera ni el reto planteado, sino salir a hacerlo sin la preparación adecuada".

En el deporte profesional la perspectiva cambia. "He visto deportistas con problemas radiológicos en plena competición que gracias a su forma física han pasado desapercibidos", señala el doctor en medicina deportiva. Unas dolencias que tras la retirada adquieren un protagonismo negativo. "Los esquiadores, sin ir más lejos, tienen las rodillas hechas polvo", certifica Tolosa. Por un motivo básico: en competición lo único que sirve, al precio que sea, es tener buenos resultados, aunque la herencia a cambio sea una lesión crónica.