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CINE

Los 50 años del banquete de genios de Hollywood con Luis Buñuel

El cineasta de Calanda era admirado por Hollywood (aunque a él le daba igual) y ganó un Óscar con ‘El discreto encanto de la burguesía'

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto De izquierda a derecha, de arriba a abajo: Robert Mulligan, William Wyler, George Cukor, Robert Wise, Jean-Claude Carrière, Serge Silberman, Billy Wilder, George Stevens, Luis Buñuel, Alfred Hitchcock y Rouben Mamoulian. John Ford se fue antes. / Marv Newton.

En noviembre de 1972 el cineasta aragonés Luis Buñuel viaja a Los Ángeles para presentar su película ‘El discreto encanto de la burguesía’, filme con el que unos meses más tarde ganó el Oscar a la mejor película extranjera. Recibió una invitación para comer del director George Cukor (director de ‘Lo que el viento se llevó’, ‘My Fair Lady’, ‘Mujercitas’). Al encuentro, para sorpresa de Buñuel, también acudieron los genios de la gran pantalla del momento: John Ford, un tal Alfred Hitchcock y Billy Wilder, entre otros. Una fotografía de familia inmortalizó la reunión. Nunca antes ni después una foto ha agrupado a tantos genios del séptimo arte.

Manuel Hidalgo, autor del libro ‘El banquete de los genios: un homenaje a Luis Buñuel’, relata: “ Conforme iban llegando por la puerta John Ford, Billy Wilder, directores del período clásico, los grandes directores de los años 40 y 50, pues él se quedó muy sorprendido.”

El Hollywood de Buñuel

Buñuel tenía 72 años entonces y la cita fue un éxito tanto por el entorno como por los invitados, aunque estos encuentros no eran frecuentes. “Cukor ya desempeñaba esas tareas de unir gente, de juntar. ¿Por qué? Porque tenía una mansión impresionante llena de obras de arte. Era muy aficionado a la pintura y a la literatura y organizaba muchas fiestas”, apunta Hidalgo. Fue algo extraordinario, porque muchos de ellos no se conocían entre sí. “Es que Los Ángeles es un mundo muy hostil donde no te creas que es muy fácil reunirse y verse. Además la cultura norteamericana no es muy propicia a encontrarse y verse y, especialmente, la del cine", afirma Luis Alegre, docente y escritor experto en cinematografía.

Los genios del cine reunidos en la casa de Cukor no se habían cruzado, pero sí admiraban a Buñuel. "Encontrarse con un tipo con tanto talento, tanta originalidad, con esa capacidad de hacer joyas y con tan poco dinero era algo que, aunque no se lo estuvieran planteando era algo que envidiaban", señala Alegre.

Y entre todos ellos destacaba Alfred Hitchcock, quien ya se había declarado admirador de la obra del calandino: "¿Hay algún director que admires? Sí, me interesa especialmente Buñuel", afirmó el director de ‘Psicosis’ en 1970, en el programa de entrevistas de la cadena ABC ‘The Dick Cavett Show’.

Buñuel disfrutó del encuentro, aunque su relación con Hollywood siempre fue compleja. Su experiencia treinta años antes no había sido satisfactoria: “Buñuel tenía un carácter, como es sabido, complicado y difícil. Había sido en Hollywood muy reticente en otras épocas. Cuando era joven había estado trabajando allí y le había ido bastante mal. Estaba muy resentido con Hollywood, sí", afirma Manuel Hidalgo. Para Luis Alegre el turolense “tenía todas las papeletas para no cuajar en Hollywood. Tenía un espíritu muy rebelde, muy transgresor y Hollywood era exactamente lo contrario”.

Aun así, meses después de aquel encuentro, ganó el Óscar a la mejor película de habla no inglesa por ‘El discreto encanto de la burguesía. No recogió el premio.

Director transgresor, vanguardista y siempre joven. Así es recordado en Calanda, su localidad natal. Allí se muestra otra imagen, pero con algunos cambios. Jordi Xifra, director del Centro Buñuel de Calanda: "Es otra fotografía colectiva de aquella comida en la que vemos a dos personajes que normalmente no aparecen en la más famosa: uno es el hijo de Buñuel, Rafael Buñuel, y otra es Charles Champlin, el cronista de ‘Los Ángeles Times’ al que invitó George Cukor para que escribiera su artículo"

Apenas se recuerda a Marv Newton, autor de la fotografía, pero sí su trabajo, que ha llegado a trascender. Rosane Marinho, fotoperiodista y fundadora de Centro de la Imagen, señala: “Técnicamente la fotografía no es difícil de hacer porque es un contraluz. Para mí lo maravilloso de todo esto es que es un encuentro de un montón de personas reunidas, un encuentro entre amigos y de genios que transmiten completamente felicidad. Esa es la magia de esta fotografía”. Y añade: “Es ver a Billy Wilder y pensar que en esa foto está el director de 'El apartamento', de 'Ben Hur', de 'Vacaciones en Roma'. Es la memoria del cine, es la memoria colectiva”.

¿Quién dirigió la foto?

Y entre tanto genio y un fotógrafo desbordado por la situación, la pregunta es: ¿Quién dirigió la foto?. El guionista y escritor Jean-Claude Carrière tiene la respuesta: “Hitchcock dijo: Te voy a decir, voy a organizar la fotografía. Luis, te sientas en el medio. En ese momento se levantó Billy Wilder y dijo: No, no, no. Alfred, yo lo haré. Tú no sabes nada. Tú sabes dirigir películas, pero de foto fija no tienes ni idea"

Una fotografía, además, cargada de simbolismos, de maneras de hacer cine, del fin de una era. Manuel Hidalgo interpreta: “Había directores que habían trabajado en la época incluso del cine mudo. Otros no, pero se estaba terminando su era. Todos habían brillado durante mucho tiempo y era el final de una era para todos ellos, menos para Robert Mulligan. Recordar que después hizo 'El verano del 42'."  “A partir de los años 70, justo después de esa fotografía, es cuando empiezan a llegar los nombres de esa nueva generación: llegan Martin Scorsese, Coppola, Spielberg. En el año 72 ellos están empezando o haciendo sus primeras películas y abriendo una nueva época".

Tal vez esta fotografía sea, en cierta medida, un homenaje a un cineasta universal y moderno, que siempre hizo lo que quiso. “Ese rendir tributo a alguien que, de alguna manera, ha conseguido ser lo que a nosotros nos hubiera gustado ser, pero con la particularidad de que nosotros somos más famosos que él, pero en el fondo él es mejor que nosotros”, concluye Luis Alegre.