La Torre del Agua agota las entradas para las cuatro visitas programadas

En el verano de 2008, Zaragoza celebró la gran Fiesta del Agua de la que ahora se cumplen 14 años. El recinto de Ranillas acogía a miles de visitantes para la Exposición Internacional y desde entonces, algunos de sus edificios se han convertido en la Ciudad de la Justicia, instalaciones del Gobierno autonómico, de instituciones o en oficinas de empresas.

Uno de los grandes emblemas de la Expo de 2008 fue la Torre del Agua. Este sábado ha reabierto sus puertas para, como entonces, dar a conocer por dentro este icono de la arquitectura aragonesa. Se han programado cuatro visitas que han completado su aforo, por lo que desde la organización han asegurado que "debido al interés suscitado, en breve se ofrecerán nuevas visitas para aquellos que no han podido visitar la torre en este primer día de apertura".  Con sus 76 metros de altura, esta edificación fue entonces la más alta de toda la Comunidad.

Los visitantes han podido recorrer de nuevo este emblema y fotografiarse junto a Splash, la escultura de 135 piezas sujetas al techo por cables de acero que representa la descomposición de una gota de agua al impactar sobre una superficie. Es una forma de recordar una Exposición que cambió la fisonomía de la ciudad y por la que pasaron 5 millones y medio de personas.

Infraestructuras que nacieron para la cita, como el Acuario y el Palacio de Congresos siguen recibiendo visitantes cada año.