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SOCIEDAD

Los retos de una población envejecida: el número de aragoneses de 100 años y más crece un 40% en dos décadas

El aumento de la esperanza de vida y del número de personas de edad avanzada suponen cambios en la sociedad y en el sistema sanitario. El objetivo es lograr un envejecimiento activo y la mayor autonomía personal

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Casi una tercera parte de los aragoneses tiene 60 años o más. | Pixabay

Cumplir 100 años ya no es tan extraordinario, y el número de personas que han alcanzado el siglo de vida ha crecido un 40% en Aragón en las últimas dos décadas, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística. Las cifras señalan que en 2003 había 277 aragoneses que habían alcanzado los 100 años, mientras que en 2022 eran más de 680. Y si hablamos de mayores de 80 años, son más de 96.000 en la comunidad.

En cuanto a la esperanza de vida, en Aragón alcanzaba una media de 83,3 años en 2021, casi diez años más que en 1975. Este fenómeno, junto a la bajada de la natalidad, ha invertido la pirámide poblacional. Una situación que tiene efectos en toda la sociedad, y que ha abordado este sábado el programa Objetivo, de Aragón TV. 

Casi un 29% por ciento de la población aragonesa tiene ya 60 años o más (frente al 26% en el conjunto nacional) cuando hace dos décadas suponían algo más del 25%. Sin embargo, en algunas localidades, sobre todo en el medio rural, supera el 40%.  

Mapa de la distribución de población mayor de 60 años en Aragón.

El reto sanitario

Este proceso de envejecimiento de la población se acelera, ya que la esperanza de vida aumenta cuatro años cada década que pasa, y plantea muchos retos. En primer lugar, desde el punto de vista de la atención sanitaria, debe contemplar las necesidades concretas de cada uno. “Hay que tener en cuenta que no se puede catalogar a los ancianos por su edad cronológica, sino por la biológica. Hay que valorar cómo están a nivel de enfermedades crónicas, hay que insistir en que no haya deterioro cognitivo, que no haya ansiedad, que no haya depresión, patologías muy prevalentes", explica Alodia del Val, geriatra del hospital Miguel Servet de Zaragoza.

"Tenemos que saber también cómo se mueve en esa esfera funcional y qué redes sociales tienen. Y tener en cuenta que la soledad es un problema grave”, añade. 

Un cambio social y cultural

Además de la esperanza de vida, los profesionales marcan otra cifra muy importante, que es la de la esperanza de vida saludable, que se sitúa diez años por debajo, con lo que en Aragón se está alrededor de los 73. María Zúñiga, geógrafa y profesora del Departamento de Geografía Humana de la Universidad de Zaragoza, apunta a que esta mayor presencia de las personas de más edad en la sociedad, y en mejor estado de salud, es también un cambio cultural. “Y tenemos que ir avanzando con él. Sí que habría que trabajar en mayor incorporación de los mayores en las estructuras sociales”, asegura.

La presencia de la población mayor en todos los ámbitos de la sociedad es cada vez mayor.

“No es fácil por la propia situación, pero sí debería trabajarse en ese sentido. Aportan mucho a la sociedad. En realidad, tienen la memoria histórica de las cosas que han pasado, tienen un recorrido, tienen una manera de ver las cosas que es muy interesante para la sociedad", señala.

Una vida activa, el ideal

Mientras tanto, Josefina Asín, a sus 84 años, encarna a la perfección la principal pauta médica y psicológica para llegar bien a la edad avanzada: el envejecimiento activo que incluye tejer una buena red social. "Yo me levanto sobre las 8:00 u 8:30; hago la casa, me voy a comprar y tengo tres días a la semana de gimnasia. El resto de los días, me voy por las mañanas a pasear y por la tarde hago lo mismo, veo la novela y luego me voy con mi amiga a pasear y esa es mi vida", relata.

Josefina Asín, un ejemplo de vida activa a sus 84 años.

También lleva una vida activa, a sus 100 años, Plácida Ortega. En el año en el que nació, 1923, la esperanza de vida rondaba los 45 años. Reparte su tiempo entre esta residencia y su casa. La tiene cerca y todavía se pasa por allí a regar las plantas y ver que todo está en orden.

Plácida Ortega ha cumplido ya los 100 años.

Y aunque su carné de identidad dice que tiene un siglo, el cuerpo y la cabeza a veces le dicen otra cosa. “Unas veces sí, pero otras veces no. Unas veces estoy haciendo algo que veo yo un peligro y digo: 'Ojo, que tengo cien años'. Me tengo que sujetar, pero otras veces, salto", asegura. "Encuentro la vida demasiado sosegada, muy tranquila, pero a mí me aburre esta tranquilidad, porque yo estoy acostumbrada a trabajar, a moverme", añade.