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DÍA LENGUA DE SEÑAS

La lengua de signos, fundamental para más de 10.000 aragoneses

En Aragón, hay un intérprete cada 250 personas sordas. La pandemia ha mermado la accesibilidad del colectivo a muchos servicios, como la atención sanitaria

ALIZIA BEGUÉ /
icono foto Dos personas sordas mantienen una conversación.

"La lengua de signos es necesaria para comunicarnos con el resto de la sociedad, con administraciones o con empresa privada, esa es la forma de comunicarse". Así lo expresa Jesús Carlos Laiglesia, el responsable de Relaciones Institucionales de la Agrupación de Personas Sordas de Zaragoza y Aragón (ASZA). "Propicia la participación e inclusión social". Sin embargo hay carencia de estos profesionales. "En Aragón hay un intérprete cada 250 sordos, en los países escandinavos cuentan con uno cada diez o 15 personas", afirma.

Más de 10.000 personas

En la Comunidad hay 10.144 personas sordas, según el último registro del Instituto Aragonés de Servicios Sociales. La mayor parte de ellos, casi 8.000, en la provincia de Zaragoza, 1.706 en Huesca499 en Teruel. Para ellos, la lengua de signos supone una herramienta fundamental. Este jueves se conmemora el Día Internacional de las Lenguas de Señas, dentro de la Semana Internacional de las Personas Sordas.

Uno de los principales servicios que ofrece la agrupación es la de intérpretes de lenguas de signos, que son la voz de las personas sordas cuando existen barreras comunicativas: desde una llamada telefónica para solicitar el servicio de un fontanero, hasta una visita médica o asistir a clase en el instituto. 

Mónica Hernando es intérprete  y trabaja con ASZA. "Nuestro día a día se basa en acompañar a las personas sordas a los servicios diarios que podríamos tener cualquiera: al médico, a un juzgado, una notaría, una reunión en el colegio... todo tipo de sitio a los que iríamos cualquiera pero donde la comunicación no es tan accesible para ellos", explica.

Estos profesionales también presentan sus servicios en actos públicos o congresos en los que son requeridos. Los intérpretes siempre visten de negro "porque te hace ser discreto y resultar el mensaje a través de las manos". 

El caso de Mónica -que entre otros servicios realiza la interpretación simultánea del informativo de Aragón TV- no es el habitual, ya que la lengua de signos es para ella el idioma materna que utiliza con sus padres, ambos personas sordas. "Lo estudié por oficializar y tener un título que acreditase mi nivel". No obstante, formarse no es tan sencillo desde que en el año 2014 se suprimió el ciclo formativo de grado superior para pasar a ser una especialidad universitaria impartida en la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad de Barcelona. "Se está trabajando por recuperar este ciclo", explica Jesús Carlos. 

300 lenguas en el mundo

El Responsable de Relaciones Institucionales de la agrupación explica que este idioma es lengua natural "de carácter visual, gestual y espacial con gramática propia" que reúne todas las características y "cumple las mismas funciones" que cualquier otra lengua. Sin embargo, este idioma no es único en el mundo. Según la Federación Mundial de Sordos, existen 300 lenguas de señas. "Cada país tiene una o varias que han evolucionado en el seno de sus comunidades lingüísticas, con independencia de las lenguas orales", apunta Jesús Carlos. En España existen dos lenguas de signos reconocidas: la española y la catalana.

En el caso de España, existe una falta de profesionales intérpretes para atender a todo el colectivo. "La financiación para contratarles es muy limitada y hay dificultad para encontrar. Esto ocurre en Aragón y en toda España", afirma Laiglesia. Un ejemplo es el de Mónica Hernando, que lleva cinco años trabajando como intérprete y considera que su trabajo es todavía muy poco visible y está lejos de alcanzar "la categoría" de los intérpretes de lenguas orales. "Nuestra reivindicación es que la administración nos valore y nos contrate internamente para cubrir las necesidades de un colectivo", explica. A su juicio, su trabajo es esencial "ellos no han decidido ser personas sordas pero necesitan la lengua de signos para estar en igualdad de condiciones que el resto de ciudadanos".

Las afecciones de la pandemia

La pandemia de la COVID- 19 ha traído consigo nuevas barreras a las que hacer frente que afectan a la igualdad de oportunidades o a la atención que recibe el colectivo. No solo por la carencia de mascarillas homologadas que sean transparentes y que permitan leer los labios, sino que el colectivo considera que se ha acentuado la falta de accesibilidad a muchos servicios. Jesús Carlos Laiglesia explica, por ejemplo, que para realizar muchos trámites administrativos o sanitarios, se pide al usuario un número de teléfono para llamar y realizar la gestión de forma telefónica "y nosotros no podemos utilizar el teléfono". De esta forma, las personas sordas no pueden realizar algunos trámites de forma autónoma sino que tienen que depender de personas oyentes. 

En la agrupación preocupa "la situación de desamparo" en la atención a la salud y consideran que las administraciones públicas "deberían tomar las medidas necesarias con el fin de evitar daños mayores irreparables en el derecho a la salud de dicho colectivo", asegura Jesús Carlos. 

"Los sordos que van a urgencias o necesitan un ingreso, no se pueden comunicar con médicos o enfermeros", explica Laiglesia, "hemos pedido al Gobierno de Aragón que hay videointerprétación, que se pueda llamar a un intérprete a través de una tablet".

Desde 1932

La  Agrupación de Personas Sordas de Zaragoza y Aragón (ASZA) es la entidad de personas con discapacidad más longeva de Aragón. Desde 1932 trabaja para cubrir las necesidades de este colectivo a lo largo de todas las etapas de vida y en todas las áreas de desarrollo. Está formada por unos 425 socios y en 2020 atendieron aproximadamente a unas 2.500 personas.

ASZA es una Organización No Gubernamental sin ánimo de lucro declarada de utilidad pública cuyo objetivo es mejorar la calidad de vida de las personas sordas o con discapacidad auditiva y sus familias. Apuestan por el empoderamiento del colectivo y por conseguir una sociedad sin barreras de comunicación donde las personas sordas sean ciudadanas de pleno derecho. Para ello, la Agrupación cuenta con equipos profesionales que prestan diferentes servicios, además de el de intérpretes, como atención psicosocial, intermediación laboral, asesoría jurídica, formación en Lengua de Signos Española, atención Educativa y Familiar, y la programación de actividades culturales, de ocio y tiempo libre accesibles.