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FUNERALES

Joyas con material biológico y velatorios digitales: tendencias para despedir a los seres queridos

Las empresas funerarias recurren a la tecnología para ampliar su catálogo de productos

A. MORA / T. PÉREZ / K. HERRÁIZ /
Foto de archivo de un cementerio. / Canva.
icono foto Foto de archivo de un cementerio. / Canva.

Internet y la tecnología han cambiado para siempre el mundo en el que vivimos, pero también lo que sucede cuando dejamos de hacerlo. A los tradicionales funerales y entierros se han sumado las incineraciones, pero también velatorios digitales, páginas web de homenaje a un familiar difunto o incluso joyería creada a partir de muestras biológicas para generar un objeto que, quien lo desee, puede llevar puesto para sentir más cerca al ser querido.

El cambio de paradigma en España llegó con el aumento del número de incineraciones, como explica el secretario general de la Asociación Nacional de Servicios Funerarios (Panasef), Alejandro Quinzán: "En el último informe de radiografía del sector apreciamos que la tendencia de las incineraciones continúa al alza frente a las inhumaciones, debido a un cambio de hábitos del consumidor de productos funerarios. En concreto, los datos reflejan que hay un 55% de inhumaciones frente a un 45% de incineraciones. Estimamos que ambas cifras podrían igualarse en 2025 y, a partir de ahí, la incineración superará al entierro".

Un cambio de tendencia que se manifiesta también, explica Quinzán, en la aparición de nuevos productos funerarios vinculados a la tecnología. Una de las empresas funerarias especializadas en este tipo de oferta es el grupo Narbón. Dentro de su catálogo encontramos entornos digitales donde subir recuerdos o fotos del fallecido, a los que tienen acceso las personas invitadas al velatorio, una plataforma digital para recordarle, a la que se accede escaneando un código QR, o joyería fabricada con un material que combina restos biológicos, porcelana y compactado de resina.


Proceso de fabricación de una joya con ADN de una persona fallecida (https://narbon.com/3dmemories)

Sobre esto último, el director de operaciones de la empresa, Ramón Torres, quiere eliminar prejuicios: "No resulta tétrico ni macabro, no tiene nada que ver con los relicarios de antaño. Es una joya fina, estética y personalizada. Si no lo sabes, nunca dirías que está hecha con cenizas".

La empresa utiliza restos tras la incineración, cabello o restos óseos del difunto para combinarlos con porcelana y crear colgantes, pulseras, collares, gemelos o alfileres de corbata. Algunos de ellos, además, pueden conectarse al teléfono móvil a través de una aplicación, dando acceso a recuerdos del ser querido. "Es una forma de llevar siempre contigo a la persona que quieres y que ha fallecido, pero con algo que no crea rechazo y que es bonito", añade Torres.


Una de las joyas que ofrece la empresa (https://narbon.com/3dmemories)

Comenzaron con este servicio hace seis años y en este tiempo, explica, ha aumentado la demanda un 5% cada año porque, considera, "cada vez se quieren más objetos con valor emocional y ha cambiado mucho el concepto de cómo enfrentar la muerte". De hecho han empliado los servicios y pueden generar estas piezas también a partir del ADN de una mascota.

Son, sin duda, formas de mejorar la oferta en un negocio, el funerario, en el que no ha habido mucho espacio para la innovación hasta hace poco, por lo que existe un mercado que solo está empezando a explotarse. Según Panasef, el volumen de facturación de las empresas de servicios funerarios en España durante 2021 fue de 1.630 millones de euros.

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