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POLARIZACIÓN MEDIÁTICA

España baja hasta el puesto 32 en la clasificación mundial de libertad de prensa

Reporteros Sin Fronteras (RSF) apunta a la polarización mediática como principal causa del descenso del país en la calificación que encabezan Noruega, Dinamarca y Suecia

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Periodistas zaragozanos por la libertad de prensa. / Foto: APA

La guerra de Ucrania deja un balance de siete periodistas asesinados, pero la realidad es que no hace falta ejercer en un conflicto de ese calibre para perder la vida.

Con motivo del Día de la Libertad de PrensaReporteros Sin Fronteras (RSF) recuerda que 25 periodistas y colaboradores han perdido la vida en lo que va de año, y 480 han sido encarcelados.

Hay países donde la libertad de prensa está amenazada o ni siquiera existe como es el caso de Corea del norte, Eritrea e Irán. En el lado opuesto están Noruega, Dinamarca o Suecia. Países donde mejor valorada está la prensa y la libre ejercicio de la profesión informativa. Por su parte, España ha perdido posiciones en la lista, la razón, según RSF es la polarización.

Cada vez son menos los periodistas asesinados en el mundo. Un dato positivo que para Reporteros sin Fronteras tiene un pero. "Como el autoritarismo se expande, ya no es necesario matar, por eso el año pasado se dispararon los encarcelamientos en un 20%. Bajan las muertes, suben las cárceles", explica la presidenta de la organización, Edith R. Cachera.

Según los datos recuperados por RSF, en 28 países la situación de los periodistas es "muy grave", entre ellos están Rusia y Bielorrusia, donde más allá de las cortinas de humo y la propaganda, la presión a los profesionales de la información va más allá de su propia firma, como explica Ebbaba Habeida, enviada especial de RTVE a Ucrania para cubrir el conflicto: "También se castiga y se encarcela a los allegados de los periodistas rusos independientes, que muchos incluso se encuentran fuera del territorio", apunta la reportera.

En España el mal contexto económico del sector y la polarización mediática han provocado que el país descienda tres puestos en el ranking de salud periodística y se sitúa en el número 32. Las opiniones disfrazadas de noticia son una práctica cada vez más compartida.