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SALUD

El SIBO, la enfermedad de la que hablan los 'influencers' y que llena las consultas de digestivo

Cada vez más pacientes acuden a los especialistas aragoneses refiriendo los síntomas asociados a esta patología, como hinchazón abdominal, diarrea o flatulencia, aunque los médicos advierten que siempre tiene que ser diagnosticada por profesionales

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto El SIBO provoca un aumento anormal de las bacterias alojadas en el intestino. / Canva

Hinchazón abdominal, diarrea, estreñimiento o fatiga son algunos de los síntomas que experimentan los pacientes de SIBO, una enfermedad hasta ahora prácticamente desconocida cuya incidencia se ha visibilizado en las redes sociales gracias a 'influencers' como Natalia Osona, Sara Giménez o la ilustradora Moderna de Pueblo. 

El SIBO, o Sobrecrecimiento Bacteriano en el Intestino Delgado, provoca un aumento anormal de las bacterias alojadas en el intestino, una situación que genera muchas molestias y que puede ser causada por un bajo nivel de acidez estomacal o una movilidad intestinal por debajo de la media, entre otras causas. Cada vez más pacientes acuden a las consultas aragonesas refiriendo los síntomas asociados a esta patología, aunque los médicos advierten que siempre tiene que ser diagnosticada por profesionales.

"Se ha puesto de moda. En las redes sociales algunas 'influencer' han contado su experiencia personal y, como tienen mucha difusión, gente con síntomas similares creen que es lo mismo, y no es así", explica Rafael Uribarrena, jefe de servicio del Aparato Digestivo en Hospital Quironsalud Zaragoza, quien añade: "En el último año, y particularmente en los últimos meses, es raro el día que no atendemos a varias personas que vienen por estos síntomas diciendo que puede ser SIBO".

El doctor recuerda que se trata de una enfermedad muy conocida en la medicina, con síntomas específicos, algunos de ellos similares al de otras muchas patologías, como el síndrome del intestino irritable o la enfermedad de Crohn. "No es una enfermedad fácil de diagnosticar y hay muchos más casos de los que realmente detectamos", detalla. Además, resalta que para detectarlo tiene que haber una sospecha clínica, algo que no puede hacer cualquiera. "Está bien, porque se ha viralizado, pero estamos teniendo una avalancha de pacientes demandando un estudio, y es difícil convencerlos de que no se trata de eso, tiene que haber un motivo".

Existen varias técnicas para diagnosticar esta dolencia. La más sencilla y habitual es el test del aliento, una prueba que determina las cantidades correctas de gas (hidrógeno y metano) en el intestino delgado o si existe presencia de la bacteria helicobácter. "Hay que tener en cuenta que no es perfecta, y existen falsos positivos y falsos negativos, pero, aunque la fiabilidad no es perfecta, sirve para hacernos una idea", manifiesta Uribarrena.

Cómo tratarlo

Tras el diagnóstico, el tratamiento viene por tres vías: antibiótico, dieta y complementos probióticos específicos. "Se administra primero el antibiótico Rifaximina durante una semana, que tiene pocos efectos secundarios y se tolera muy bien", indica el jefe de servicio del Aparato Digestivo en Hospital Quirónsalud Zaragoza, aunque destaca que el tratamiento es individualizado y hay síntomas que pueden volver a parecer. "Hay que investigar el motivo, pero no es siempre fácil y posible", matiza. 

Además del antibiótico, el tratamiento se puede apoyar con probióticos y un control nutricional, un proceso que ha de estar controlado por profesionales que personalicen y adapten cada fase al paciente, como detalla la dietista nutricionista Nuria Abia. "En un primer momento se restringen los alimentos y se observa la evolución -cuenta la nutricionista-. En un segundo estadio, se van reintroduciendo de forma estratégica y, por último, cuando ya se conoce qué grupos son los que están causando la sintomatología al paciente, se personaliza la alimentación para hacerla completa". 

Sobre el perfil mayoritario de quienes padecen esta dolencia, Abia señala: "Se trata de mujeres con factores de riesgo como hipotiroidismo no controlado, que en Aragón hay un porcentaje muy elevado, y, sobre todo, con un estilo de vida en el que el estrés crónico y la falta de descanso están muy presentes".

Los especialistas apostillan que resulta difícil conocer la prevalencia del SIBO, ya que sus síntomas conviven con otras enfermedades que tienen los mismos síntomas. "La medicina no es una ciencia matemática, y el cuerpo humano es muy complejo -explica Rafael Uribarrena-. Tener SIBO positivo no significa que tengas síntomas, y hasta un 70% de pacientes con síndrome de intestino irritable tienen SIBO, pero se les trata por el tema de sobrecrecimiento bacteriano y no mejoran, porque era otra cosa". 

Finalmente, el doctor admite que esta dolencia puede afectar a la calidad de vida del paciente: "Los hay que no sienten nada, y otros que presentan un problema de salud grave que puede comprometer la vida". Y destaca que aunque algunos tienen más resistencia, otros lo pasan muy mal, y "no pueden salir a comer, no pueden salir a nada, y les afecta demasiado", concluye.