El rey Felipe VI entrega este miércoles en Zaragoza el Premio Escuela del Año al IES Ramón y Cajal

El rey Felipe VI visita este miércoles Zaragoza para entregar al I.E.S. Ramón y Cajal el Premio Escuela del Año 2021, que concede la Fundación Princesa de Girona. El objetivo del galardón es "recompensar el esfuerzo de centros que apuestan por el desarrollo del talento y la innovación educativa en favor de una sociedad más justa y un mundo mejor". Posteriormente, el monarca presidirá el acto conmemorativo del 25º aniversario de la restauración del Palacio de la Aljafería.

Ubicado en el zaragozano barrio de San Pablo, el I.E.S. Ramón y Cajal es uno de los institutos aragoneses más innovadores. El equipo docente desarrolla proyectos que fusionan todos los campos, al tiempo que impulsa la inclusión y la multiculturalidad que caracteriza a su alumnado, perteneciente a una treintena de nacionalidades. 

"Es uno de los premios más importantes en el mundo de la educación y lo recibimos con alegría, con humildad y como una suerte, porque hay mucha gente que está trabajando en educación, que hace cosas muy buenas, y que realiza un esfuerzo tremendo. No siempre ese esfuerzo es recompensado y nosotros sí hemos sido recompensados, quizá porque hemos realizado una labor de transformación en los últimos años muy importante", admite Guillermo Sánchez, director del centro. 

El centro se adapta a las capacidades de sus alumnos

Sánchez detalla que en los últimos años los profesores del instituto vieron la necesidad de hacer una metamorfosis en la manera de impartir las clases: "El claustro, de forma unánime, decidió que teníamos que cambiar metodológicamente, trabajando de forma más cooperativa, a través de microproyectos interdisciplinares, en el que participaran etapas diferentes y alumnos de diferentes capacidades".

Además, el director del centro señala el trabajo al que se ha sometido el profesorado: "Hemos apostado por adaptarnos a las capacidades de cada alumno y de cada alumna, mirando su individualidad, buscando en cada estudiante su talento, y motivarlo para que ese talento se desarrolle y saque a la luz su máxima capacidad, sean cuales sean sus circunstancias sociales, económicas, emocionales o familiares". 

En los últimos dos años, según señala el director del I.E.S. Ramón y Cajal, se han desarrollado en el centro más de 40 microproyectos, con el objetivo de que tanto el profesorado como el alumnado se acostumbre a trabajar de forma cooperativa.  "Uno de los primeros estuvo relacionado con la caída del muro de Berlín. Hicimos un proyecto que era sobre el fin de los muros visibles e invisibles, culturales, étnicos, sociales y celebrando la caída del muro, celebramos también la caída de los muros que obstaculizan el desarrollo personal de cada ciudadano", comenta el docente.

Otro de los proyectos que podrá ver de primera mano el rey Felipe VI es el de 'acrosport'. "El departamento de Educación Física realiza con el cuerpo de los alumnos grandes monumentos de la antigüedad griega y romana, como el Coliseo o el Partenón, y así trabajan también Historia del Arte, trabajan física, trabajan latín y griego. De esta forma, ven contenidos de distintas materias, haciendo educación física, en el que construyen ellos mismos, con su cuerpo, esos monumentos de la antigüedad", manifiesta Sánchez.  

El centro también recibe el Premio Escuela del Año 2021 por convertirse en "referente en la integración al mundo laboral de jóvenes con diversidad funcional y una influencia en su entorno, construyendo y contribuyendo en sus necesidades". Como explica el director, ofrecen una Formación Profesional básica "adaptada", con prácticas en empresas que facilitan la inserción del alumnado. Se trata de una FP dividida en tres modalidades: Agro-jardinería, Lavandería y arreglos textiles, y Fabricación y montaje. 

25º aniversario de la restauración del Palacio de la Aljafería

Felipe VI también presidirá este miércoles el acto conmemorativo del 25º aniversario de la restauración del Palacio de la Aljafería. Construido en el siglo XI, fue residencia de recreo de los reyes musulmanes y refleja el esplendor alcanzado por el reino taifa en su máximo apogeo político y cultural. Ha sido también recinto fortificado, residencia real aragonesa, sede y cárcel de la Inquisición, palacio de los Reyes Católicos, cuartel y, desde 1987, sede de las Cortes de Aragón.

El edificio estaba completamente en ruinas cuando el Ayuntamiento de Zaragoza, con el entonces alcalde Ramón Sainz de Varanda, decidió ceder el edificio para convertirlo en la sede de las Cortes. Se trató de una obra muy compleja, que respetó el pasado histórico del edificio y logró integrar el parlamento que representa a todos los aragoneses.

El que fuera presidente de las Cortes de Aragón entre 1983 y 1987, Antonio Embid, destaca su importancia: "En este lugar está toda la historia de Aragón y si bien se mira y si bien se entiende está toda la historia de España. Las Cortes modernas, contemporáneas de 1983, venían a enlazar con todo ese pasado aragonés y español. Por lo tanto, este era el lugar idóneo sin la más mínima duda".

El proyecto de restauración se llevó a cabo bajo las órdenes de los arquitectos Luis Franco y Mariano Pemán. "Teníamos 33 años y era un reto. De pronto ves algo que dices "me va a venir grande", pero no quedó más remedio. Estuvimos un año que, prácticamente, lo pasamos viviendo aquí", recuerda Franco, mientras que Pemán destaca que se intentó ser respetuoso con el pasado del edificio: "Respetamos siempre el espacio originario, para que tuviera siempre su máximo esplendor", concluye.