El 'marketing' olfativo o cómo los olores y fragancias potencian el consumo

Somos capaces de recordar un 35% de lo que olemos frente a un 5% de lo que vemos. Eso es aprovechado por algunas marcas, que utilizan fragancias o potencian determinados olores para que compremos más, es lo que se conoce como 'marketing' olfativo. Esta estrategia ya está presente en las tiendas con un éxito rotundo, por ejemplo, Nike fue capaz de vender un 80% más en un establecimiento aromatizado.

Así que un empresario de Utebo pensó que sería buena idea acercar este sistema de ventas al pequeño comercio. Hoy tiene 100 franquicias que dan servicio a 100.000 clientes de tres continentes. "No es lo mismo el aroma que le vamos a ofrecer a una cafetería que a una papelería o a una oficina. En una oficina, por ejemplo, vamos a buscar aromas que sean más cítricos, energizantes", explica Elsa Bayés, la responsable comercial del negocio. 

Estos olor se pueden ir cambiando, por ejemplo con el paso de las estaciones y poner uno más fresco de cara al verano. "Ponemos ese olor neutro, o floral, frutal, meloso... el que tú elijas. En los salones elegimos un punto diferente según esté decorado el salón. Hay que dar en el punto clave. Además de comer bien, disfrutar del entorno, buen precio... si además, se lleva buena sensación de aromas y olores, es brutal", indica el gerente de una brasería zaragonza, David Burillo, donde, además de los ricos olores que salen de su cocina, ofrecen al cliente una experiencia sensorial. 

El otorrino Héctor Vallés asegura que "olor que percibimos, olor que se queda grabado". "Vamos haciendo un archivo, una biblioteca de olores y somos implacables", asegura. En el programa Objetivo de Aragón TV, han analizado todo lo que conlleva el 'marketing' olfativo. Les invitamos ahora a que rastreen sus comercios habituales. Seguro que ahora los ven con otros ojos; o mejor dicho, los huelen con otra nariz.