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ECONOMÍA DOMÉSTICA

El gasto de las familias aragonesas crece más del 4% desde 2019 y supera los niveles prepandemia

Ese aumento del gasto ha ido acompañado también de una subida de la renta media en un 11,38% en los últimos tres años

TERESA P. ALBERO /
El 20% del presupuesto familiar debe destinarse al ahorro. / Canva
icono foto El 20% del presupuesto familiar debe destinarse al ahorro. / Canva

La vida se encarece. Es un hecho que demuestran las cifras y los hechos más recientes. El incremento del IPC, la inflación, el Euríbor, la pandemia y la guerra de Ucrania, han afectado a la economía de las familias en el último año, y en los últimos tres, desde la COVID-19. Eso ha hecho que el gasto medio de los hogares aragoneses se haya incrementado un 4,38% desde 2019, según datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). En 2022, las familias gastaron 31.480 euros en Aragón. Parecen cifras negativas, pero la realidad es otra. Se incrementa el gasto, pero también lo hace la renta media, un 13,1% desde 2012 y un 11,83% en los tres últimos años.

El aumento del desembolso que hacen los hogares de la Comunidad tiene su explicación. "En 2020, con la pandemia, el consumo cae de forma muy importante al no poder salir. En 2021, con las limitaciones de movilidad, el consumo se mantiene bajo. El cambio llega en 2022, cuando se normaliza la situación y salimos con muchas ganas a gastar, a viajar... con el dinero que tenemos ahorrado de los años anteriores", comenta el economista Javier Martínez. 

A eso hay que sumar que en julio del pasado año la inflación rondaba el 11%: "Tenemos dinero, podemos gastar, pero los precios son más altos. Por tanto, para consumir lo mismo que antes, tenemos que gastar más". 

De esta forma, aunque los precios hayan aumentado en el último año, su impacto en el conjunto de los hogares aragoneses no ha sido tan elevado como cabría pensar, gracias, en parte, a ese ahorro previo hecho en la pandemia. 

Más dinero a ocio y restauración

Con todo, los economistas y las asociaciones de consumidores señalan el cambio en el reparto del gasto que hacen las familias. "La economía española y aragonesa ha recuperado los ingresos prepandemia. Eso explica los precios y la inflación, salvo en el tema energético y en alimentación que, aunque ahora están bajando -lentamente, pero lo hacen-, no llegan a los niveles de 2019", señala José Ángel Oliván, presidente de la Unión de Consumidores de Aragón (UCA). 

El pasado año, según la última encuesta de Presupuestos Familiares en la Comunidad publicada en junio por el Instituto Aragonés de Estadística, los aragoneses aumentaron sobre todo su gasto en restaurantes y hoteles, un 47,92% respecto al año anterior, y un 26,87% en el caso del ocio y la cultura. "Que se destine más dinero al ocio y a la restauración significa que la economía está bien. Cuando está mal, lo primero en lo que se recorta es en eso", justifica Oliván. 

Aumenta también el dinero destinado a alimentación (2,15%), a la vivienda y suministros (1,55%), y a muebles y artículos del hogar (12,54%). Este último, como señala el presidente de la UCA, implica que la renta de los hogares ha aumentado: "Si no, no se destinaría dinero a eso. Lo primero que se quitan las familias si sus finanzas no están bien son cosas secundarias como estas", insiste. En la última encuesta realizada por la asociación, el 85% de las personas participantes afirmaba que en 2023 iba a viajar en sus vacaciones, lo que apunta a que el bolsillo de las familias goza de salud

Cabe destacar que, desde 2019, el gasto de los hogares aragoneses en Sanidad ha aumentado un 31,38%, debido, en parte, a la pandemia de la COVID-19. El miedo derivado de una crisis sanitaria mundial ha hecho que muchas familias hayan contratado seguros privados, a los que en 2022 destinaron, de media, 1.298 euros. 

Consejos para mejorar el presupuesto familiar

A pesar de que aumenta la renta media, las familias aragonesas ven cómo se incrementan los precios y cómo necesitan repasar sus cuentas personales. "No hemos percibido tanto el encarecimiento de la vivida en los últimos diez años, como en los últimos dos", señala Andrés Casal, un zaragozano de 43 años, que vive con su mujer, de la misma edad, y sus dos hijos, de siete y seis años, en el barrio de Casablanca. 

Dentro de sus gastos familiares, Casal asegura que el incremento que más nota en los precios es en la alimentación: "Nuestra compra habitual en el supermercado era de unos 80 euros -tres veces al mes- y raramente llegaba a los 90. Ahora, es casi imposible que baje de 100. La última fue de 116 euros, lo que hace que piquemos menos y controlemos más los productos y alimentos que escogemos".

Precisamente, esos gastos, junto con los de la vivienda, son los que los economistas aconsejan que no superen el 50% de la renta disponible de los hogares. "La mitad del dinero que entra en casa debe destinarse a vivienda, alimentación y suministros, es decir, a los gastos que no podemos elegir cuándo hacer, que son fijos", señala Javier Martínez y añade: "Es importante sentarnos y revisar esos gastos que dan pereza, como los seguros del hogar y del coche, que podemos cambiar y ahorrar algo".

Un consejo que ya ha llevado a la práctica Casal. "Revisamos la factura de la luz y cambiamos la potencia. Hace cosa de medio año la bajamos medio punto. Hemos visto que se ha reducido unos "eurillos", pero algo es algo. Hemos pasado de 40 a 32 euros al mes", asegura este padre de familia. 

El 30% de los gastos debe destinarse a los elegibles, que son, por ejemplo, la ropa, comprar un coche o los caprichos. En este aspecto, el padre de familia comenta cómo han reducido el dinero que destinaban al gimnasio o al transporte: "Todo este panorama de elevación de precios también ha provocado que tratemos de coger menos el coche. Tenemos dos. Mi mujer coge todos los días uno de ellos para ir al trabajo y yo procuro ir en tranvía o andando. Tardo una hora, pero así evito tener que ir al gimnasio". 

Las vacaciones también se resienten ante el alza de precios. "Hacemos menos escapadas de fin de semana y más viajes en el día. Así, ahorramos algo en alojamientos. Además, este verano nos iremos una semana a Cantabria. Si las cosas estuvieran mejor, quizá nos iríamos más", apunta. 

A todo lo anterior hay que sumar el ahorro. Una parte del presupuesto familiar que tiende a tensionarse en situaciones de crisis. "El 20% del ingreso hay que destinarlo al ahorro. Es normal que si vamos más justos, esa parte se aligere, pero debemos tratar de mantenerla", concluye el economista Javier Martínez.