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COMUNICACIÓN DIGITAL

El emoji, un nuevo lenguaje que ha llegado para quedarse

Este sábado, 17 de julio, se celebra el Día Mundial de este elemento del mundo digital. Se estima que se utilizan unos 300.000 millones de emojis al día

RAQUEL PLOU /
Los emojis más utilizados en Twitter son la cara de risa, la de llanto, y el corazón rojo.
icono foto Los emojis más utilizados en Twitter son la cara de risa, la de llanto, y el corazón rojo.

Desde caritas sonrientes, corazones o aplausos, hasta paellas, gatos o barcos… El abanico de posibilidades que permite que las personas se expresen por redes sociales o mensajería instantánea, a través de algo más que las palabras, es enorme. Y no para de crecer. Este sábado se celebra el Día Mundial del Emoji, todo un nuevo lenguaje.

Aunque el número exacto de emojis que se utilizan al día no se puede contabilizar de manera exacta, sí hay estimaciones. Según datos de Emojipedia –la enciclopedia propia de este mundo–, se utilizan 300.000 millones de emojis al día. De hecho, existe una página web –Emojitracker– donde aparece, en tiempo real, el emoji más utilizado en Twitter. Los que suelen estar entre los primeros puestos son el de la cara de risa, el de la cara de llanto y el corazón rojo.

¿De dónde vienen los emojis?

Los emojis son unos iconos a color –los actuales sustitutos de los emoticonos, que solamente estaban formados por signos de puntuación–, creados en 1998 por el diseñador japonés Shigetaka Kurita, quien trabajaba en una empresa de telefonía móvil. El término proviene del idioma japonés: 'e' significa "dibujo" y 'moji', "carácter escrito".

Según el periodista experto en redes sociales y director de TreceBits, Manuel Moreno, “se está normalizando el uso del emoji. Al principio parecía que era como utilizar un lenguaje de jóvenes, pero ahora ya lo utiliza todo el mundo. Ha supuesto un cambio bastante importante en la manera en la que nos comunicamos, porque con solo un carácter podemos transmitir mucho más que con lo que podemos escribir con una frase completa”.

Además, estos iconos han surgido de la comunicación digital que se produce a diario a través de los móviles y ahora responden ya a una necesidad. “En las conversaciones cotidianas por WhatsApp había una ausencia de expresiones no verbales, que son fundamentales en la comunicación cotidiana, por lo que los emojis cubren ese hueco”, asegura Mª Carmen Horno, profesora de Lingüística en la Universidad de Zaragoza. De hecho, esta docente cree que ya se puede hablar de un lenguaje propio: “Los emojis hacen que la conversación sea más coloquial y entretenida, como si pusieras tonos o imitaras a alguien. Eso sí, tenemos que entender que la conversación digital es multimodal y tiene una lógica distinta. No es simplemente traspasar lo oral a escrito”.

En esta nueva forma de comunicación, los emojis pueden usarse también como marcadores discursivos. “Por ejemplo, el beso puede ser un marcador de cierre. Cuando pones un beso sabes que la otra persona ya se ha despedido, y ya está, no tienes que seguir hablando”, matiza.

Ambigüedad en función de la cultura

Todos los emojis que están relacionados con expresiones faciales –sonrisa, enfado, duda– son símbolos entendidos universalmente y utilizados en conversaciones multiculturales. Sin embargo, van mucho más allá de las puras emociones y, en el caso de los signos que no tienen que ver con caras, se pueden producir malentendidos.

Por ejemplo, el pulgar hacia arriba, en Occidente, se entiende como “de acuerdo”, “vale” o “todo bien”, pero en otras culturas no se interpreta de la misma manera. En países como Irán o Arabia Saudí y algunos de África es un gesto utilizado como insulto, para despachar a alguien.

Trascendencia más allá de las redes sociales

El emoji ha calado tanto en la sociedad, que ya no solo se utiliza como una forma de comunicación, sino que su existencia ha propiciado el lanzamiento de productos de merchandising, ropa,... incluso se utiliza también como un juego para descifrar nombres de películas o canciones.

Es tal su popularidad y repercusión, que en 2017 se lanzó ‘Emoji: la película’.

¿Cómo será el futuro de la comunicación?

Hace 15 años, pocas personas habrían imaginado la gran cantidad de opciones que la tecnología ofrece hoy para poder expresarnos. Mª Carmen Horno cree que la comunicación digital no es ni mejor ni peor que la manera en la que nos comunicábamos antes: “Tiene cosas buenas, porque puedes estar en contacto con gente que se ha ido, que vive en otro sitio, por lo que acerca. Pero también tiene cosas malas, porque la comunicación no es presencial y, por lo tanto, no se puede dar un abrazo y está mediatizada por un ordenador o un móvil”. Sin embargo, considera que “el mundo cambia y nosotros nos adaptamos”.

La misma opinión comparte el periodista Manuel Moreno, quien defiende que la introducción de emojis en nuestro día a día “es un avance, una manera de evolucionar”. “Si tú quieres escribir un poema o un texto largo lo puedes seguir haciendo. Ahora, si tú le quieres decir a alguien que le quieres lo puedes hacer también con un emoji”, apunta.

Los expertos coinciden en que hay que aprovechar estas nuevas herramientas, a los que cabría unir los conocidos como stickers o gifs, que cumplen una función similar a la de los emojis. Moreno pronostica que, dentro de 5 años, el 90% de los contenidos que se compartan en redes sociales o en mensajería será audiovisual.

Muestra de que los emojis han llegado a nuestra forma de comunicarnos para quedarse es que la Real Academia de la Lengua Española incluyó la palabra "emoji" en 2020. Ya antes, la Fundación del Español Urgente (Fundéu) elaboró una guía sobre cómo usar correctamente estos elementos e incluirlos en el lenguaje escrito.