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PATRIMONIO

El armonio de Morata de Jalón vuelve a sonar tras 40 años de silencio

El instrumento de la iglesia de Santa Ana ha sido restaurado gracias al esfuerzo vecinal. Llevaba cuatro décadas inservible y carcomido

ALEJANDRO LÓPEZ /
icono foto El instrumento estaba en desuso desde hace cuatro décadas.

El armonio de la iglesia de Santa Ana, en Morata de Jalón, vuelve a sonar después de 40 años. El instrumento ha sido restaurado gracias al esfuerzo de los vecinos de la localidad, que han reunido más de 3.000 euros para volver a escuchar una pieza histórica que se encontraba carcomida y totalmente en desuso. La liturgia de este domingo ha sido la del regreso de su sonido majestuoso. Unos acordes que han llenado de vida el templo en medio de la emoción de los asistentes, que dejaba a las claras que no ha sido una jornada cualquiera.

Una pieza que data de la primera mitad del siglo XIX y que Antonio Roy se ha encargado de afinar antes de la eucaristía. "Cuando se escucha, se percibe como si fuera un acordeón, pero es un instrumento de acompañamiento", aseguraba este organista. A su lado, siguiendo cada nota con satisfacción y entusiasmo, Antonio Maestro. Él ha impulsado la restauración, que recibió el apoyo de la multitud de los vecinos de Morata de Jalón desde que surgió la iniciativa: "Este instrumento, que estaba en el coro olvidado y lleno de carcoma, se estaba perdiendo. Lo sentí como algo propio porque hacía muchos años que no lo había oído", concluye emocionado.

Desde la década de los 70 no se escapaban de sus teclas las notas en la parroquia de Santa Ana. Su párroco, Cristian Alastuey, sostiene que "la liturgia de por sí tiene su miga, su enjundia, pero cuando se ve acompañada y embellecida por la música siempre se completa el círculo". Algo que para los feligreses es "una ilusión grande, porque hemos estado cantado muchísimos años". "Yo era muy joven y lo tocaba una que se llamaba Herminia Marín y después fuera Tomasita Tejada", recuerda uno de los vecinos más veteranos del municipio zaragozano.

Las voces del coro dejarán de estar solas a partir de ahora. Les acompañará este instrumento y esperan que no sea el único. El siguiente reto es restaurar el órgano,  pero para eso necesitan 150.000 euros.