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VIH

Día de la lucha contra el sida: según OMSIDA, el 41% de los jóvenes no usaron preservativo en su última relación sexual

Esta jornada mundial se celebra cada 1 de diciembre desde 1988. Las organizaciones que luchan contra esta enfermedad abogan por la información y los test de diagnóstico anónimos

ARAGÓN NOTICIAS /
Desde 1988 se celebra el Día Mundial de la Lucha contra el Sida. / iStock.
icono foto Desde 1988 se celebra el Día Mundial de la Lucha contra el Sida. / iStock.

Este jueves, 1 de diciembre, se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el sida, una cita que se celebra desde 1988. Alrededor de 150.000 personas conviven con el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) en España. Según datos epidemiológicos de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Aragón, de los 95 casos de VIH diagnosticados en Aragón en el año 2020, último del que existen datos, 70 fue en hombres y 25 en mujeres, 26 de los nuevos diagnósticos fueron en menores de 30 años. La práctica de riesgo heterosexual es la más frecuente en ambos sexos con un 43,2% de los casos, seguida de la homosexual con un 41,1%; la edad media de diagnóstico fue de 37,8 años. 

José Ángel Gilabert, portavoz de la asociación OMSIDA, en una entrevista en Despierta Aragón, de Aragón Radio, ha confirmado que la percepción sobre el riesgo de contraer la enfermedad sigue siendo baja y que, según los datos de la entidad, más del 41% de los jóvenes reconocen que no se protegen en sus relaciones sexuales. Ha añadido que hoy en día todavía existe falta de temor y desinformación: "La gente joven no ha vivido aquellos años 80 y 90 y no tienen conciencia de que existe. Se hizo una campaña para ver si los jóvenes conocían el lazo rojo y muchos de ellos no. Además muchos no tienen miedo porque sabemos que con tratamiento se puede vivir con normalidad, que el tratamiento impide la transmisión". 

Además ha destacado que el 13% de las personas están infectadas pero lo desconocen. "Una persona puede estar incluso hasta diez años con capacidad de transmitir el virus, pero sin tener ningún síntoma. Supone un riesgo porque el 70% de las transmisiones que se dan son por personas que no saben que lo tienen", ha puntualizado Gilabert.

Pruebas de detección

Ante esto se apuesta por la prueba de detección gratuita y anónima. Esta semana han realizado una campaña para favorecer la realización de pruebas rápidas de VIH bajo el lema: “Si no lo usaste, hazte la prueba del VIH”. Buscan fomentar el diagnóstico precoz del VIH entre la población general, y en especial concienciar a los jóvenes de la necesidad de prevenir esta enfermedad. "Desde OMSIDA abrimos el centro sociosanitario comunitario ZIPI en 2020 donde se pueden informar y realizar la prueba con total confidencialidad. Ahora tenemos muchas personas que están acudiendo, tenemos hasta lista de espera". 

Asimismo, las farmacias también ofrecen un auto test de detección anónima y personal del VIH que cuesta alrededor de los 30 euros. Ana Querejeta, de la farmacia 'Las cuatro esquinas' de Zaragoza, ha destacado que ellos se acogen al secreto profesional: "No pasa nada por venir y comprar el test, el objetivo es la detección precoz". Además, ha explicado que el test se puede hacer en casa: "Hay que desinfectar la yema del dedo de donde vamos a sacar una gota de sangre. Tiene un dispositivo para realizar ese pinchazo y luego un soporte donde poner el resultado. Tras 15 minutos, si hay solo una raya, es negativo, si hay dos, la persona tiene VIH"

Avance en el tratamiento

Recientemente, el Ministerio de Sanidad ha aprobado la primera terapia antirretroviral de acción prolongada inyectable cada dos meses para el tratamiento de la enfermedad. Ha sido desarrollada por dos compañías farmacéuticas: ViiV Healthcare y Janssen.

Se dirige a personas que tienen la enfermedad controlada y su principal ventaja es que reduce la frecuencia de las dosis y la carga que supone la toma diaria de pastillas. "Es un gran avance y mejora en la calidad. Con este tratamiento inyectable, acude cada dos meses al hospital y en ese período no tiene que tomar ninguna otra cosa. Genera libertad y es una solución para personas que tienen problemas con la adherencia al tratamiento por ejemplo por el estigma que todavía queda en la sociedad. Se siguen dando casos de personas que conviven en una casa compartida que tienen miedo a que les descubran las pastillas", dice Gilabert. 

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