Cuando los mayores sufren aislamiento y soledad por falta de atención personal

Edadismo, o lo que es lo mismo, discriminación por ser mayor, es un término que cada vez suena más en la sociedad. Muchas personas mayores lo sufren en su día a día, ya sea a la hora de renovar la tarjeta del súper, o para contratar servicios por internet. Son pequeñas situaciones que denuncia el Servicio Estatal de Atención a Personas Mayores, a las que se suma la soledad. Algunas asociaciones ofrece talleres a este segmento de la población para reducir la brecha generacional. 

"Ya, de momento, para pedir cita médica tienes que tener mucha paciencia, y se te puede pasar la enfermedad antes de que te den la cita", explica Andrés Nolasco, presidente de la Asociación de Mayores Santa Emerenciana, una de las entidades más numerosas de Teruel, con 4.000 asociados. 

Esta asociación organiza desde sesiones de pilates hasta bailes. Nolasco se queja más de la dejadez que de las trabas, pero reconoce que está cansado de hablar con un ordenador en medio cuando va al médico, y que le desesperan las centralitas.

Según el servicio estatal de atención a personas mayores, los asuntos que más consultas provocan son los servicios, cuidados y la brecha digital. "Esa orientación, esa mano, hay que tenderla para la persona, pero no por ser mayor, en general para todas las personas, porque el salto digital es para todos", indica Javier González, trabajador social del Centro de Día Santa Emerenciana. 

Se trata de distintas situaciones que se pueden con formación. Un ejemplo es un curso de creación audiovisual que ofrece la Asociación de Mayores Santa Emerenciana, con etiqueta senior, para salvar distancias entre generaciones. "La gente joven ha nacido con el medio en las manos, y nosotros hemos aprendido a base de mucho tiempo y mucho trabajo", destaca Javier Valtueña, alumno del curso, mientras que otra alumna, Teresa Navarro, recalca: "Todo el día grabándose y lo suben al Instagram, al Tiktok y a no sé qué. Es que lo hacen a diario y aprenden con la práctica, pienso yo, y nosotros necesitamos estudiar un poco".

En cualquier caso, el verdadero problema, añaden, no son las trabas, es la falta de trato personal, que lleva a la soledad.