La hostelería afronta la ola de calor con diferentes estrategias

Las temperaturas extremas registradas durante la ola de calor condicionan nuestros hábitos y también los de los negocios de hostelería, que tratan de adaptarse a la situación. Algunos de estos establecimientos han decidido cerrar en las horas centrales del día, las de más calor y menos afluencia. 

"Se tomó esta medida en este periodo de tiempo, porque, la verdad, no viene nadie por el calor", explica la responsable de un bar en la calle Don Jaime de Zaragoza. En el caso de este establecimiento, tener el aire acondicionado puesto y el equipo de música funcionando supone perder dinero, así que bajar la persiana de 14:00 a 19:00 horas, ha sido una buena decisión. " Al final, económicamente no nos sale rentable si nadie viene", explica.

No ocurre lo mismo en otro bar del centro de la capital aragonesa. Ventiladores y aires acondicionados hacen que los clientes puedan estar más frescos en esta terraza. "Me he venido aquí porque como estaba el aire acondicionado encendido pues se está muy bien", explica uno de los usuarios. Al propietario le resulta rentable invertir en un sistema de refrigeración: desde que lo colocó ha notado un aumento de clientes.

En otra terraza, en la plaza de España de Zaragoza, los usuarios no notan el calor gracias a unos nebulizadores. "Nos hemos decantado totalmente por este bar porque por lo menos algo de menos se siente el calor", señala uno de ellos. "Es una manera de dar un servicio y la que te permite seguir trabajando a estas horas", apunta el encargado del establecimiento.