Malikian: "Soy afortunado, tengo una tierra a la que pertenecer: Aragón"

En el Día de Aragón, el violinista Ara Malikian ha recibido la Medalla de las Cortes, el máximo reconocimiento que otorga la institución cada año. El talento y la aportación a la música del libanés, con corazón zaragozano, le ha valido la distinción. Visiblemente emocionado y agradecido por el reconocimiento, Malikian ha mostrado su gratitud a Aragón, una tierra de la que ha alabado a sus gentes, su acogida, cultura y lealtad.

"Me sorprendió recibirlo, pero no que la decisión fuera por unanimidad. No porque no exista gente fascinante, sino porque siempre vais todos a una y sin medias tintas, sin puntos medios ni tibios. Sois honestos y claros de palabra", ha relatado, al tiempo que ha compartido su felicidad por sentirse un aragonés más: "Siempre me he sentido afortunado de ser libre, ahora soy afortunado porque tengo una tierra a la que pertenecer: Aragón", ha señalado Malikian en su discurso durante el acto de entrega y celebración del día de la Comunidad en el palacio de la Aljafería, en Zaragoza. 

"Mi vinculación con Aragón nace del sentimiento más puro que existe: el amor", ha continuado, para relatar a continuación los principios y características que comparte con los aragoneses: "Sois gente que resiste y persiste en los bueno y lo malo, que no niega nunca su cultura y que la lleva por bandera, como yo".

El músico ha hablado de su amor hacia esta tierra, inspirado por su mujer, la directora zaragozana Nata Moreno, y por las vivencias que ha atesorado en los últimos 15 años. "Qué más se puede pedir que una tribu de aragoneses para ser feliz", ha subrayado. 

Malikian ha recordado cómo en su infancia, en plena guerra en el Líbano, se inspiraba con aragoneses ilustres, como Goya, María Moliner o Buñuel: "Han llevado la cultura por todo el mundo. Nunca imaginé que esas gentes acabarían siendo mis gentes". 

Con un guiño a su cultura, la armenia, y a sus nuevas raíces aragonesas, el violinista ha declarado sentirse "armaño". Un sentimiento de pertenencia a Zaragoza y a Aragón que comparte con el equipo que le acompaña en sus giras: "Sois únicos. En el equipo hay muchos aragoneses y los que no lo eran, ya lo son. No es raro escuchar en las giras un "tira maño" o "charrar" entre nosotros". 

Acto seguido, y tras despedirse con un: "Os quiero bonicos. Os llevo en el corazón",  Ara Malikian ha hecho lo que mejor sabe, tocar el violín. Lo ha hecho interpretando una composición inédita, creada para la ocasión, con guiños a la jota. 

Malikian, músico y activista

Entre la oscuridad de una guerra civil en su propio hogar, el Líbano, Ara Malikian encontró su salvación en el sonido de un violín. El mismo que le acompaña desde entonces y que le ha llevado a más de 40 países. Su talento y su aportación a la música clásica y contemporánea le han hecho merecedor de la Medalla de las Cortes de Aragón 2023.

Las cuerdas del violín fueron su pasaporte para alejarse del horror. A los 14 años dejó Beirut y viajó por el mundo persiguiendo el sueño que hoy ha cumplido con creces: llevar la música a cualquier rincón.

Ha vivido en Alemania, Francia, Reino Unido y China, y desde hace más de 15 años reside en España. Para él, como ha indicado en multitud de ocasiones, Aragón es el lugar al que la vida siempre le lleva.

Sus raíces influyen en cada una de sus creaciones, patentes en los más de 30 discos que ha grabado. En sus composiciones mezcla con atino el clásico y géneros diversos, como el flamenco, el rock, el tango o el jazz. 

Con su estilo, poco ortodoxo, ha llenado auditorios y teatros en más de 40 países. Su música es parte de él y con ella transmite uno de sus pensamientos más personales: "La música nos hace un poco más humanos y sabios".