De la detección de aglomeraciones en tiempo real a zonas para 'selfies' en la ofrenda más moderna

Si hay un acto representativo de las Fiestas del Pilar que consigue acercar a miembros de todos los colectivos y edades ese es la Ofrenda de Flores. La buena salud de este popular evento se traduce en el incremento de asistencia registrado año a año, que augura que este 2023 pasarán por ella más de 350.000 personas. "Sigue siendo un acto tradicional, pero, por detrás, hay mucha tecnología", cuenta Raúl Ortega, miembro de Zaragoza Cultural y organizador de la Ofrenda. Esta edición, por ejemplo, incorporará el uso de chips similares a los utilizados en las pruebas deportivas para detectar en tiempo real posibles aglomeraciones y se habilitarán zonas 'selfies' para favorecer la fluida circulación de oferentes. 

Desde febrero, los trabajadores municipales se emplean por hacer de esta cita su mejor versión, un esfuerzo que intensifican a partir de agosto y que desemboca en un despliegue de hasta 500 técnicos a lo largo de toda la jornada del 12 de octubre. En el proceso de preparación de este acto -"uno de los más complejos de España y muestra de la generosidad de la ciudad"- y debido a su crecimiento continuo, los datos recogidos durante la celebración anterior se estudian y analizan para adelantarse a posibles incidencias. 

"Es un evento muy complicado, ya que es el que más personas congrega en Zaragoza. Además, tiene un gran efecto llamada a nivel nacional e internacional", señala Ortega, quien apunta al gran número de servicios públicos implicados para asegurar su correcto desarrollo como parte de la dificultad organizativa: "Se vuelcan todas las instituciones". 

En esta ocasión, para mejorar el control y el ritmo durante todo el día y así evitar congestiones, se entregarán, "estratégica y aleatoriamente" entre los casi 900 grupos que participarán en la Ofrenda, 350 chips similares a los utilizados en las pruebas deportivas. "Servirán para dar información para futuras ofrendas y también a tiempo real para la organización, y se controlarán durante cinco puntos", cuenta Ortega.  

"Vamos a sacar de ellos datos con el objetivo de que la Ofrenda sea ágil, rápida y las molestias por la espera sean las menores posibles, y así poder dedicar el tiempo adecuado a ofrecer las flores a la Virgen", señala Ángel Lorén, consejero de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Zaragoza. El aforo de la plaza, de 40.000 personas, se medirá en directo mediante cámaras de seguridad. 

Además, está prevista la colocación de tres pantallas de vídeo -en la plaza de España, la Seo y la plaza del Pilar- para dar avisos y entretener y animar la espera a los oferentes. 

Quienes no puedan resistirse a inmortalizar su peregrinación hasta la plaza del Pilar, tendrán habilitados unos espacios especiales, unas zonas 'selfie', señalizadas mediante vinilos en el suelo, que permitirán una gestión más eficiente del tiempo y evitarán el retraso de los grupos. Además, para ganar espacio en las salidas de evacuación de la zona de la Lonja de la plaza del Pilar con Don Jaime se eliminará un módulo del escenario principal.

Por último, se ha decidido cerrar la puerta alta de la basílica del Pilar durante la Ofrenda y, debido a la instalación del vallado de seguridad en las torres, el público no podrá pasar de 7:00 a 15:00 de la tarde, previsiblemente.