El Real Zaragoza respira
Los fichajes funcionan y el equipo blanquillo se aleja, de momento, a siete puntos del ascenso
Llueve menos. El Real Zaragoza redescubrió en La Romareda que aún hay brotes verdes. El equipo aragonés fue capaz de batir a Las Palmas desplegando un buen juego, olvidándose del sofoco en Leganés. JIM respiró aliviado, la afición despidió a los jugadores con una ovación y estos lo agradecieron. Y no era para menos: en la mente del aficionado más pesimista el equipo aragonés podía haber acabado la jornada a siete puntos de la zona roja. Ahora está a siete.
La tranquilidad, con ojo avizor por si acaso, ha estado esencialmente en cuatro goles. El de Umar Sadiq contra el Mirandés, que pone a los de Anduva por debajo del Real Zaragoza; el de Karrikaburu, que mete en un lío al Málaga tras la victoria de la Real Sociedad B; el de Apeh de un desahuciado Alcorcón al Fuenlabrada para mantener distancias con los madrileños; y sobre todo el de Álvaro Giménez para que los blanquillos respiren.
Los aragoneses dejaron motivos para la esperanza a raíz de victoria 75 días después. Los tres fichajes de invierno fueron titulares y los tres aportaron en el partido. Valderrama, que se ha hecho dueño y señor de las jugadas a balón parado con peligro evidente, a falta de inaugurar su cuenta anotadora, Sabin Merino consiguió ganar un total de 14 duelos individuales y Jaume con su gol y un 83% de los pases completados
La jornada será redonda y casi definitiva si el Amorebieta pierde contra el Leganés esta noche.