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Casademont Zaragoza se abona a la épica (95-98)

Los de Luis Casimiro han asaltado Burgos en un precioso partido

Manu González /
Sulaimon, en plena jugada ofensiva. Imagen: ACB.
icono foto Sulaimon, en plena jugada ofensiva. Imagen: ACB.

Victoria épica y maravillosa, con fases de muy buen juego para un Casademont Zaragoza que no tiene remedio: sigue siendo un equipo de extremos, que hace lo mejor y lo peor. Una plantilla capaz de trenzar un baloncesto maravilloso, de avasallar a todo un San Pablo Burgos en el segundo cuarto y hacer un parcial de 26-8 en contra en el tercero. Pero con Luis Casimiro se ha visto cómo el equipo ha mordido, ha peleado en defensa hasta axfisiar durante muchas fases del partido a un Burgos al que han ganado de manera excelsa pero también abonándose a la épica: un triplazo de Brussino a tres segundos del final con empate a 95 ha culminado un partido de los que hacen afición. 

Harris y Hlinason fueron los dos primeros anotadores, con cuatro puntos cada uno para que el equipo aragonés fuera 4-8 en los primeros siete minutos. McFadden, con dos triplazos, adelantó a los suyos, como amenaza inminente de lo que iba a ser una pesadilla recurrente: la efectividad burgalesa. Harris aguantó a los suyos, ayudado por unos Barreiro y Benzing excelsos. Un 1-9 de parcial reflejaba un equipo activado y motivado, acribillado eso sí por los tiros de tres de los locales. Como un maravilloso Benite, que en medio minuto enchufó la friolera de tres triples seguidos que empataron el partido a 22 puntos y que ni aún así atemperó las ansias de los de Casimiro. El ocho de San Pablo era un auténtico peligro, una fuente inagotable de puntos. Hlinason desde el suelo  rompió la igualada en la última jugada antes de la pausa. En resumen: el Casademont daba la cara ante un rival muy inspirado desde la línea de tres. Convenía cerrar los tiros...

Y se consiguió. Un triple de Sulaimon y otro de Barreiro saludaron el inicio de segundo cuarto. Salvá no fue menos, y tras dos amagos de tres de su equipo, fue el siguiente en acertar. Benzing siguió con el festival con un tercer triple para su equipo: hasta que el primer doble del Burgos pasados los dos minutos, solo había habido triples en el segundo cuarto. Wiley acrecentó la ventaja a falta de siete minutos con un doble que puso 27-35 en el marcador. Los rojillos no bajaban el pie del acelerador ante un aturullado rival que no estaba muy acertado en ataque ante el esfuerzo defensivo zaragozano, con Wiley prodigo en tapones y rebotes en defensa. Harris hizo lo que los locales eran incapaces de hacer ante la intensidad defensiva: anotar otro triple. Restaban cinco minutos y el parcial era un maravilloso siete a catorce. Ennis destrozó a su rival con otros dos lanzamientos de tres para poner a su equipo a más 17 a falta de cuatro minutos. El conjunto rojillo hacía de apisonadora con un juego coral tanto en defensa como en ataque, un festín del que un Justiz muy afinado también quiso su ración. El equipo se fue al descanso con un sugerente 42-60 y unas sensaciones muy difíciles de mejorar. Los 23 puntos de valoración de Harris quedaban como símbolo personal de lo vivido en la primera mitad del partido.  

Horton, con un mate y un triple como highlights al inicio del tercer cuarto fue de lo más destacado de un Burgos que empezó a reaccionar. Brussino limó un marcador con dos dobles para contener a su rival en los diez puntos abajo a falta de cinco minutos para la pausa. Convenía reaccionar porque en cinco minutos sólo se había conseguido anotar con esos cuatro puntos de Brussino y el Burgos se iba acercando; Renfroe puso a los suyos a ocho y Morton volvió a reducir distancias con un doble y un tiro libre. 12-0 de parcial y 49-64 a cuatro minutos. Sulaimon y Barreiro volvieron a solucionar la situación ante un rival que se empezaba a enchufar y, al igual que en el primer cuarto, acertaba los triples, como McFadden desde casi mitad de pista cuando restaban décimas en la conclusión. Un parcial terrible de 26-8 y una defensa de axfisiante de los rivales ponía al Burgos arriba en una remontada que era impensable en el segundo cuarto.

A remolque en el último cuarto, el Casademont no se hundió tras la desconexión de los diez minutos anteriores. La igualdad imperó durante gran parte de la recta final, con Ennis y McFadden (cinco de siete en triples hasta ese momento) siendo los mejores para sus equipos en los primeros minutos tras la última pausa. Benzing con cinco puntos seguidos le dio aire a su equipo, en un tramo precioso de partido. Faltando tres minutos el marcador era de 81-85; un precioso triple de Barreiro puso acto seguido a su equipo siete arriba, antes de que Kravic anotara de doble, respondido por Benzing. McFadden puso a su equipo a cuatro con su enésimo triple, y Horton a solo uno. Al último minuto se llegó 90-90: Brussino marcó un tiro libre y falló otro para saludar a un último minuto de locura en el que la moneda salió de cara: Brussino anotó un triplazo de locura en el último suspiro para romper el empate a 95 y llevar la locura al banquillo rojo. Un partidazo maravilloso de un equipo que con un porcentaje de 58% de en el triple, gritó bien fuerte que está temporada no está perdida. 

FICHA TÉCNICA: 

San Pablo Burgos: Renfroe, McFadden, Rabaseda, Rivero, Kravic. También jugaron: Benite, Horton, Sakho, 

Casademont Zaragoza: Harris, San Miguel, Ennis, Hlinason, Brussino. También jugaron Sulaimon, Wiley, Justiz

Parciales: 22-24, 21-36, 26-8, 26-30