Casademont cae en el regreso de Porfirio Fisac (79-82)

La llegada de Porfirio Fisac no bastó. Casademont cayó -cinco de cinco derrotas en esta liga- ante un rival directo como el Fuenlabrada por 79-82. El equipo rojillo mostró sombras y luces: llegó al descanso perdiendo por seis puntos y un gran tercer cuarto no bastó: sostenido por Novak y Kromah, el equipo madrileño fue mejor en el último y derrotó a los aragoneses. 

El primer cuarto arrancó igualado, con alternativas en el marcador y los puntos de Sant-Roos y la pujanza de un Hlinason muy motivado los primeros instantes de partido. Tras un primer amago del Fuenlabrada de irse en el marcador (8-14 a falta de cinco para el final de cuarto, con un gran Ristic), Fisac pidió su primer tiempo muerto. El partido transcurría por sendas peligrosas, con Ferrari sin salir, la mirada perdida en el banquillo y un juego interior muy devaluado, con un Nekowulu demasiado desbordado, sin encontrarse. El cuarto acabó 13-16 con un tiro sobre la bocina de Lomasz.

En el segundo cuarto, coincidiendo con la entrada de Mara, se cambiaron las cosas. El canterano se entendió muy bien con Radoncic y con Hlinason y revitalizó al equipo el rato que estuvo. Se seguía sufriendo y Fuenlabrada amagó con irse, pero se le podía sujetar bien. Un triplazo de Saint Roos cuando nadie pensaba que quedaba tiempo hizo que se fuera al descanso 34-40.

La mejora del equipo en el tercer tiempo, la entrada del inédito hasta ese momento Ferrari y la mejora en el juego interior mejoraron a un equipo que empezó a encestar con mayor facilidad. Un mate de Yusta puso al equipo por delante por primera vez tras salvar esa distinta de seis, aunque Novak respondió. Hervía el partido y la grada estalló cuando un doble de Radoncic puso el 56-55 en el marcador: Hlinason se colgó del aro para agrandar la distancia. Respiraban los de Fisac aunque Ristic con un triple acercó a los madrileños, pero Radoncic volvió a alejar a los aragoneses.  Aun así, 60-58 se llegó al final del tercer cuarto. 

Un tiro libre y un gran tapón de Nekowulu -que fue mejorando-  y un doble de Lomasz tras jugadón de Ferrari fueron lo mejor del equipo aragonés en el inicio del último cuarto. 63-61 iban a falta de ocho minutos. Ayudó un triple de Sant-Roos para levantar al público de su asiento -Kromah y Bakayoko respondían-. El partido había cambiado desde el tercer cuarto y Casademont resistía su ventaja. Un doble de Senglin y otro de Hannah pusieron por delante a los suyos. Yusta volvió a poner la igualdad, antes de que Senglin con un más tres rompiera esa igualdad. Sant-Roos y el inspirado Nekowulu volvieron a remontar. Cada canasta se celebraba como si fuera la última, la patata caliente pasando de un lado a otro. Y la moneda salió cruz: Fuenlabrada manejó mucho mejor las últimas jugadas para llevarse el partido y fabricar unos geniales últimos minutos: el acierto de Kromah y dos grandes acciones de Novak fueron claves.