Ruanda, 25 años después

En abril de 1994 comenzó en Ruanda un genocidio entre Hutus y Tutsis que terminó con casi un millón de muertos en apenas tres meses, dejando marcada a la población de todo el país. Hoy, los ruandeses trabajan por salir adelante y enterrar las secuelas que sufrieron, mientras los países del hemisferio norte apenas les seguimos recordando por aquella tragedia.

Coincidiendo con los 25 años del terrible suceso, la exposición quiere reivindicar que Ruanda es un país más allá del genocidio. Todavía quedan secuelas, y mucho camino por recorrer, pero hay una belleza escondida en su gente, su cultura y su tierra, que tiene que mostrarse.

Las imágenes fueron tomadas entre 2017 y 2018, cuando el autor colaboraba como voluntario en un proyecto de cooperación al desarrollo de la Fundación Juan Bonal, consistente en dar formación y apoyo en aspectos básicos de nutrición, economía doméstica y emprendimiento a familias y jóvenes de las zonas rurales de Mugina y Kivumu, comunidades donde tienen su misión las Hermanas de la Caridad de Santa Ana.

Algunas de sus funciones fueron las de diseñar estrategias y conseguir alianzas locales que favorecieran la sostenibilidad del proyecto. Esto le permitió recorrer gran parte del país y conocer de primera mano el territorio y la riqueza cultural de Ruanda.