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'Paisajes. La patria emocional', los cambios del Pirineo aragonés en el siglo XX

El libro recorre las etapas de descubrimiento, reconocimiento y alteración del paisaje pirenaico con las reflexiones de 12 autores

Aragón Cultura /
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Sergio Sánchez coordina ‘Paisajes. La patria emocional’ donde 12 escritores aportan su visión sobre los cambios que ha sufrido el paisaje del Pirineo aragonés en el siglo XX. Sergio, junto a una de las escritoras, María Pilar Biel presentan el libro en el programa ‘La Cadiera’ de Aragón Radio.

La publicación recorre las etapas de descubrimiento, reconocimiento y alteración del paisaje pirenaico y recoge temáticas como la declaración del Parque Nacional de Ordesa y del Sitio Nacional de San Juan de la Peña, la construcción de la estación internacional de Canfranc, de embalses y centrales hidroeléctricas, el surgimiento de Sabiñánigo o las repoblaciones forestales como fenómenos que crearon los paisajes que reconocemos hoy. El volumen cuenta con una importantísima nómina de autores encabezada por Eduardo Martínez de Pisón, Alberto Sabio y Severino Pallaruelo, además de el coordinador Sergio Sánchez Lanaspa. También colaboran Esteban Anía, Anchel Belmonte, María Pilar Biel, Ramón Lasaosa, Eduardo Marco, César Pedrocchi y Carlos Tarazona.

“El primer refugio del ser humano es la madre y el segundo es el paisaje”, así explica Sergio la importancia del paisaje y el motivo por lo que decidió hacerlo protagonista de este libro. Explica además, que los mayores cambios han sido dados debido a la llegada de las tecnologías, de la energía hidroeléctrica u otros acontecimientos como el ferrocarril. Aunque hay lugares que se han preservado como Ordesa, estos cambios han influido en su imagen.

Las centrales hidroeléctricas siempre han cuidado la infraestructura y el paisaje, así lo cuenta María Pilar Biel, historiadora del arte y profesora en la Universidad de Zaragoza. Sin embargo, estas centrales alteraron mucho los modos de vida, ya que supuso que mucha gente llegara para trabajar y también “van poco a poco desapareciendo los modos de vida porque se transforma la forma de vida, ya no se trabaja en el sector primario, sino que se favorece que los propios habitantes trabajen como empleados en estas hidroeléctricas”. Aparte de ir perdiendo ese trabajo en el sector primario, las nuevas llegadas hacen que los pastos que ya no se trabajan se vieran ocupados por embalses y las nuevas infraestructuras.

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Los cambios en el paisaje pirenaico
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