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Los Premios Cálamo celebran su 20º aniversario con una gala virtual

Los autores Paco Cerdà, Guadalupe Nettel y Nona Fernández se conectaron desde Valencia, México y Chile, respectivamente, para recibir los premios y conversar sobre sus obras

ARAGÓN CULTURA /
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Los Premios Cálamo no han sido una excepción y, como todo en este último año, también se han visto ensombrecidos por la situación sanitaria. Los galardones que concede la veterana librería zaragozana han alcanzado su vigésimo aniversario teniendo que dejar su festejo por todo lo alto para más adelante, cuando las circunstancias lo permitan. Sin embargo, los premios como tal se han podido desarrollar con total normalidad, incluso, con mayor actividad y participación. La lectura, y la cultura en general, han estado –y siguen estando– ahí para salvar al ciudadano del tedio al que pueden llegar a conducir las circunstancias actuales y eso se ha notado en el día a día de la librería.

“En el año más raro de nuestras vidas, la gente se ha volcado y refugiado en los libros”, explica Paco Goyanes, librero y gerente de Cálamo. “La literatura nos ha ofrecido refugio, ánimo y consuelo. También motivos para la reflexión, la sana rebeldía y las ganas de cambiar el mundo. Los amigos de la librería esperaban con ganas el anuncio de los finalistas a los premios y en esta edición se ha participado más que nunca”, añade. Para facilitar la tarea a los lectores, a la votación con papeleta y urna en la librería se ha sumado la posibilidad de votar a través de la web. En total, se han registrado más de 1.700 votos.

Finalmente, de los 13 trabajos seleccionados, El peón, de Paco Cerdà y publicado por Pepitas Editorial, se ha hecho con el Premio Cálamo ‘Libro del año 2020’. La hija única, de Guadalupe Nettel y publicado por Anagrama, ha sido reconocido con el Premio Cálamo ‘Otra mirada’ y Mapocho, de Nona Fernández y Editorial Minúscula, con el ‘Extraordinario’. Los tres autores participaron este viernes en una gala de entrega virtual en la que han “recibido” los galardones –una estatuilla diseñada por Isidro Ferrer–, se han leído varios fragmentos de sus obras y han conversado sobre su trabajo con los periodistas Alejandro Aísa, Ana Segura y Concha Monserrat.

Al inicio del acto, Paco Goyanes ha querido destacar la calidad de las obras ganadoras y finalistas, un ejemplo, ha dicho, “de la gran producción literaria en castellano que se está realizando en el último año, tanto en España como en Latinoamérica”. Y ha querido destacar el “exquisito” trabajo de las pequeñas y medianas editoriales, que siempre tienen una importante presencia en el palmarés de estos premios.

Nona Fernández ha agradecido el reconocimiento de la librería Cálamo desde Chile. Mapocho fue su primer gran proyecto literario, vio la luz en 2002 aunque en nuestro país se publicó el pasado septiembre. Aun así, sigue estando de actualidad, ha asegurado la autora: “uno mira hoy el río Mapocho y entiende en qué situación está Santiago de Chile”. Con esta obra, Fernández asentó las bases y los límites de sus siguientes trabajos que son, en conjunto, un relato de la historia reciente de su país, con la dictadura militar “que desgraciadamente no terminamos de soltar” como telón de fondo. La idea de la novela surgió de una fotografía en la que aparecen tres cuerpos lanzados al Mapocho pocos días después del golpe militar. “Fracasé como investigadora, no descubrí quienes eran, pero entendí que esos tres cuerpos eran una metáfora y un reflejo de otros muchos cuerpos”, dice Nona. “Observar el pasado es la manera de iluminar el futuro, también la literatura me interesa por eso, como el medio para enfocar ese pasado”, ha explicado.

Guadalupe Nettel se ha conectado a la gala desde su México natal. En conversación con la periodista Ana Segura ha explicado que la trama principal de La hija única está basada en una historia real, la de una amiga muy cercana a la que le dieron la noticia de que su bebé no sobreviviría al embarazo. “Fue al tiempo, al ver cómo ella y su pareja habían enfrentado la situación, dándole la vuelta y llenándola de luz, cuando decidí escribir”, ha detallado Nettel. Narra otras historias, reales e inventadas, trazando distintos perfiles de mujer, maneras de entender la maternidad y, también, habla sobre la discapacidad. “Todavía existe una incapacidad e incomodidad de responder como sociedad a este tema y hablar de ello con naturalidad”, ha señalado.

Al recibir su premio al Libro del año, Paco Cerdà ha agradecido el que se valore la crónica y la no ficción; “creo que el periodismo se está situando en el panteón de los grandes géneros literarios”, ha apuntado. El valenciano también ha querido hacer referencia a su vínculo con Zaragoza: tiene familia en Bubierca, en la comarca Comunidad de Calatayud, localidad que visitó para escribir su anterior trabajo. En la obra premiada descubre la historia de Arturito Pomar, el niño prodigio del ajedrez en la España franquista. Su partida contra el estadounidense Bobby Fischer en 1962 en Estocolmo es el hilo conductor. Sus 77 movimientos se convierten en otros tantos capítulos en los que Cerdà narra la historia de muy diversos personajes para hacer “una inmersión en la figura del peón, de lo que es capaz una persona y, al mismo tiempo, de las debilidades que puede tener. Cómo, a veces, los peones son juguetes del destino y cómo, otras, hacen que el destino dependa de ellos”. Todos los hechos son reales, sin concesiones narrativas. El periodista ha adelantado en la entrevista que los derechos audiovisuales ya han sido comprados, “antes de la serie Gambito de dama”, y que hay en marcha un interesante proyecto.

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