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#LaMoviola: de 'El cochecito' a 'El tractor amarillo'

La historiadora del Arte Ana Asión repasa un acontecimiento relevante de las últimas décadas del siglo XX a partir del cual analiza la sociedad de esos años

ARAGÓN CULTURA /
Fotograma de 'El cochecito' (1960, Marco Ferreri)
icono foto Fotograma de 'El cochecito' (1960, Marco Ferreri)

El medio de transporte utilizado o las condiciones en las que se viaja son aspectos esenciales a la hora de caracterizar a los personajes que aparecen en las distintas películas. Como señaló Juan Antonio Ríos Carratalá, en el cine sainetesco de los años cincuenta el transporte individual o privado apenas existe, tanto por la época como por la condición social de los protagonistas. La única alternativa es la neorrealista bicicleta, y por supuesto, unos autobuses y tranvías que siempre aparecen abarrotados. Condición que comparten incluso los tan cinematográficos trenes.

Tren

En el ámbito rural, el tren adquiere un particular sentido. Es lo que ocurre en El andén (1952, Eduardo Manzanos), en donde los habitantes del pueblo pasaban la hora del paseo en el andén de la pequeña estación esperando la llegada del Talgo. Símbolo de modernidad en los años cincuenta, aparece también como el medio de transporte que comunicaba el ámbito provincial con las grandes urbes. Es lo que ocurre por ejemplo en Calle mayor (1956, Juan Antonio Bardem), tal y como se ve en el personaje de Federico, que llega y se va en tren de la pequeña ciudad provinciana.

Coche

A partir de los años sesenta y con la llegada del desarrollismo, la nueva clase media española aspirará a tener coche, popularizándose el famoso Seat 600. El deseo se torna en obsesión en el caso de El cochecito (1960, Marco Ferreri), largometraje en el que el anciano Don Anselmo (José Isbert) se encuentra totalmente decidido a adquirir un cochecito de inválido con motor, igual que el que tienen otros compañeros de su edad.

Bicicleta 

La bicicleta también ha estado presente en numerosos trabajos artísticos. Sin duda, uno de los mejores homenajes le llegó con la obra de teatro Las bicicletas son para el verano de Fernando Fernán Gómez, adaptada al cine en 1984 por Jaime Chávarri. Ambientada en el verano de 1936 tras el estallido de la Guerra Civil, Luisito, a pesar de haber sido suspendido, quiere que su padre le compre una bicicleta. Pero la situación va a obligar a retrasar la compra. El título de la obra tiene un significado diferente al principio y al final de la historia. En un comienzo, la bicicleta representa un juego, una diversión para pasar el rato con amigos en el verano. Sin embargo, al final de la obra, el protagonista la necesita para llevar a cabo su trabajo de chico de los recados, que consiguió durante la época de posguerra. 

Humor y transportes en las últimas décadas

El verano de 1992 tuvo como éxito musical la canción Tractor amarillo, un tema del grupo de pop español Zapato Veloz, cuya repercusión no solo continuó años más tarde, sino que traspasó fronteras (países hispanoamericanos, China, Japón, Rusia). Este año el grupo ha grabado una nueva versión de la canción bajo el título Tractor Amarillo 2020.

Pedro Almodóvar tampoco se ha resistido a utilizar un medio de transporte como protagonista de una de sus largometrajes. Es lo que ocurrió con Los amantes pasajeros (2013), cuya historia tiene lugar en un vuelo a México DF de un avión de la compañía Península. Durante su transcurso surge un problema grave, lo que hará que pasajeros y tripulación comience a descubrir sus secretos más íntimos.

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'La Moviola' de 'Escúchate' - 06/10/2020
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