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La literatura infantil de Apila da la vuelta al mundo

Editoriales infantiles aragonesas para Navidad

Aragón Cultura /
Edu Flores y Raquel Garrido
icono foto Edu Flores y Raquel Garrido

Apila Ediciones tiene su sede en Alagón, en la provincia de Zaragoza, pero desde allí, el pequeño equipo capitaneado por sus editores Raquel Garrido y Edu Flores, mueve sus álbumes infantiles ilustrados a lectores de todo el mundo. Su bestseller ‘Monstruo rosa’ de Olga de Dios, acumula 19 ediciones, ha sido traducido a casi 10 idiomas diferentes y ha vendido más de 200.000 libros.

Para Apila, los premios internacionales son “la satisfacción de un reconocimiento a tu trabajo” pero también “prestigio, algo que nos hace estar compitiendo con editoriales de primera a nivel nacional”, reflexiona Edu Flores. El último y más sonado fue el de la Biblioteca de Nueva York para ‘¿Cómo lo ves?’ de Vera Galindo. Y es que su trabajo es cuidar de todos y cada uno de los libros que pasan por sus manos “es mucho más que publicarlos”, dice Flores.

Para su trabajo en el exterior, están apoyados por una agente de derecho, Véronique Kirschhoff, quien solo trabaja con unas pocas editoriales, Apila entre ellas. Y gracias a ella, su distribución está llegando a medio mundo. No compran los derechos a los autores, pero sí los venden a otros países del mismo idioma o con traducciones. Flores confiesa estar muy orgulloso de “exportar cultura y de libros hechos aquí”.

En cuanto a las novedades de la editorial: el mencionado trabajo de Vera Galindo, con ese álbum que nos aproxima al arte contemporáneo y en el que se muestran distintas maneras de representar lo mismo; ‘Monstruo azul’ de Olga de Dios, que forma parte de una de las series más importantes de su catálogo, y que habla de la empatía y de la importancia de los abrazos; o ‘Blas’ de Elena Homiga, y que trata la belleza de la música de una manera muy elegante.

Los orígenes de Apila Ediciones

Raquel y Edu eran profesores de la Escuela de Arte de Zaragoza cuando empezaron con este proyecto en 2007 y ahora imparten clases en la Escuela Superior de Diseño de Aragón. Ambos se adentraron en el mundo de la ilustración infantil cuando tenían niños pequeños y poco a poco decidieron poner en marcha la editorial con “la calidad tanto gráfica como en cuanto a los textos” como esencia de la marca.

Les gustan las historias que hacen reír y las que hacen pensar. Apila huye de los temas con excesivo protagonismo de lo pedagógico, y quiere que se cuenten historias interesantes en sus libros, “historias que se sostengan”, subraya Flores. En su catálogo se habla de miedo, de la muerte, de las emociones… de temas universales en definitiva, en los que todas las personas del mundo puedan sentirse identificadas.

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