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Episodio 4. 'Neorrurales, un hípster en la España vacía'

Cuarta entrega de 'Un podcast sobre despoblación', en Aragón Radio

ARAGÓN CULTURA /
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“Es bonito despertar aquí. Un poco antes de las seis se oye el canto del gallo. No mucho más tarde llegan los sonidos del pueblo que amanece. Tomás con la mula mecánica, Javier con la mula mecánica, Rogelio con el tractor. Paco con la mula mecánica. Me quedo unos minutos leyendo la España Vacía en la cama. Luego suenan las campanas de la iglesia, salgo preparado, con una energía que no tenía en mucho tiempo. La sensación de estar haciendo algo importante de verdad, de encontrarme en armonía con la naturaleza, pero también conmigo mismo”.

Enrique se ha mudado a un pueblo. Quiere olvidar a su exnovia y elige un pequeño núcleo de Teruel, La Cañada, para alejarse del ritmo de vida de la ciudad. Se instala en la casa de sus tíos. Hace yoga en el corral, busca cobertura para subir fotos a Instagram y monta un taller de nuevas masculinidades. En el supermercado, o más bien tienda multiservicio, no encuentra los productos a los que está acostumbrado en la ciudad: ni quinoa ni café de especialidad. Su objetivo es montar un huerto colaborativo.

 “Seguí con mis proyectos: preparaba la casa y el terreno en el campo de Valdepinar, para nuestra granja orgánica colaborativa basada en los principios de sostenibilidad y responsabilidad medioambiental. Mohamed venía a ayudarme por las tardes. Yanis, feliz, jugaba. Ramiro y Javier me contaban sus historias de caza. Primarias, pero qué entrañables. Por las noches debatía con mis tíos durante la cena. De vez en cuando mi tío miraba el televisor, apagado casi desde que yo había llegado. Notaba cómo los dos preferían esta nueva forma de vida, lejos de las herramientas alienantes del capitalismo tardío. ¿No era un poco como lo de Marx: cazar por la mañana, pescar por la tarde, apacentar al ganado por la noche y después dedicarme a la crítica?”

Enrique es el protagonista de ‘Un hipster en la España Vacía’, un retrato irónico del choque entre lo urbano y lo rural. El zaragozano Daniel Gascón ha querido contar, a través del humor, cómo es el microcosmos rural y cómo se abordan los debates actuales desde este prisma. ¿Cuántos de estos neo-rurales saben lo que realmente supone vivir en la España rural? ¿Cuánto hay de cierto en la imagen idílica que muchos tienen de los pueblos en verano, con días largos, noches frescas y sobre todo, gente en las calles? 

La historia de Enrique es básicamente la historia de un pulpo en un garaje. Y muchos han sido esos extraterrestres que dejaron ciudades como Madrid, Barcelona o grandes capitales en el extranjero para recalar en pueblos pequeños de Aragón. Desde hace unos años, muchos buscan en los pueblos sentirse parte de una comunidad y estar más cerca de lo natural para encontrar la inspiración…

Neorurrales y la vuelta a los orígenes

Es el caso de Juanan y su pareja, él fotógrafo y ella enfermera. Ellos dejaron Murcia en busca de esa calma y en Torralba de Ribota han encontrado su sitio. Con servicios básicos y población envejecida, pero el movimiento suficiente que les permite una mayor calidad de vida.

La vuelta al origen toma más fuerza que nunca tras la pandemia del coronavirus. Muchas personas están buscando una vida mejor cerca de lo rural, alejados del estrés de la ciudad, y cercanos a una forma de vivir más vinculada con la naturaleza. Un fenómeno que hace que los territorios despoblados vivan una nueva etapa gracias a los neorrurales.

Proyectos como Pueblos Vivos Aragón, financiado con fondos europeos, están ayudando a estos nuevos pobladores a instalarse en estos territorios. Su trabajo consiste en buscar poblaciones atractivas para los neorrurales, localizar casas en venta o alquiler, encontrar empleo en la zona o ayudarles a desarrollar su negocio y, algo muy importante, integrarse en la vida social.

La iniciativa nació en el 2016 para contribuir a frenar la despoblación y trabajan en ello varias asociaciones de desarrollo rural de Aragón. Una de las últimas en incorporarse fue Jacetania, que lo hizo justo antes de la pandemia. Isabel Madrigal es la agente de empleo y desarrollo local de esta zona.

Pero ¿qué te lleva a dejar toda una vida en la ciudad para habitar núcleos de la España Vaciada? ¿Cómo es esa adaptación? Antonio Pérez y su pareja se mudaron tras el confinamiento de Valencia a Villanúa, en la comarca de la Jacetania. Él es ingeniero mecánico y dejó su trabajo para emprender un proyecto al que llevaba tiempo dándole vueltas: un taller de carpintería en una zona de montaña.

La política y la sociología también juegan un importante papel en esta vuelta a lo rural. El escritor y politólogo Carlos Taibo, autor de Iberia vaciada, analiza el neorruralismo desde una nueva perspectiva. La pandemia puede ser la antesala del colapso de las zonas despobladas.

Los nuevos pobladores están llenando de posibilidades territorios abocados a la desaparición. Las tecnologías han mejorado la calidad de vida en muchos pueblos y el fenómeno de vuelta al origen está transformando estos territorios. Empleos tradicionales y modos de hacer de ciudad, se conjugan. Aumento de la natalidad, recuperación económica, cultura como vertebración del territorio… son solo algunos de los beneficios que han traído los neorrurales en su mochila. ¿Podrán salvar la España Vaciada en el largo plazo?

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Un podcast sobre despoblación - 27/06/2021
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