Publicidad

El legado artístico de la joven artista aragonesa Dunea

El municipio turolense de Cuevas de Almudén exhibe una muestra donde predominan el surrealismo y el expresionismo

ARAGÓN CULTURA /
Busto de Dunea en su pueblo natal, obra de su padre (F. Escultura Urbana Zaragoza)
icono foto Busto de Dunea en su pueblo natal, obra de su padre (F. Escultura Urbana Zaragoza)

El municipio turolense de Cuevas de Almudén exhibe una muestra permanente y varios objetos artísticos de la huella que dejó la joven artista Dunea antes de su fallecimiento. Su padre, Manuel Bello, se ha encargado de mantener vivo el espíritu y la obra de su hija, que ha interesado hasta al Museo del Louvre de París.

Hasta ahora numerosos visitantes se acercan cada fin de semana a disfrutar del arte de esta pintora autodidacta. La artista utilizó el surrealismo, el expresionismo, el cubismo, el simbolismo y lo dotó de una gran fuerza interior. 

Todo lo empleó para expresar sus sentimientos, su vida interior, sus obsesiones, pero no solo cuando aparecen figuras o paisajes reconocibles, sino con cualquier rasgo, pincelada, paletada o color. Es una artista reflexiva, pensadora, reivindicativa, que pintó y relató historias y pensamientos como si empleara la expresión escrita y literaria.

Dunea, nacida en Zaragoza en 1971, inició su carrera artística a la edad de 16 años aprendiendo diversas técnicas artísticas como el dibujo, modelaje de arcilla y pintura. Tras un grave accidente de tráfico, dichas actividades se verán interrumpidas por un largo periodo de inactividad que marcará trascendentalmente su obra.

Antes de su fallecimiento en 2004, la artista experimentó con una amplia gama de técnicas y materiales (óleo, pastel, carbón, acrílico, arenas…) y pintó numerosos cuadros independientes y varias series de obras.

Fotografías

Guardado en...

Aragon-Cultura

Fotografías