El artífice de la forja modernista turolense

Matías Abad fue el gran artífice del modernismo turolense de principios del siglo XX junto al arquitecto Pablo Monguió. Durante su estancia en Barcelona se impregnó de las ideas modernistas de la época. Posteriormente las aplicó a creaciones que, todavía hoy, podemos contemplar en las calles de la capital turolense, pero también en la provincia y en otros puntos de Aragón, Valencia, Madrid o Andalucía.

Nos trasladamos hasta la ciudad de Teruel de principios del siglo XX, donde en la calle Alcañices, ahora conocida como Muñoz Degraín, el herrero y artista de la forja Matías Abad trabaja en su taller, El Vulcano. Es conocido en toda la ciudad, porque deja su reconocible sello en un buen número de edificios junto al arquitecto municipal Pablo Monguió.

La pieza más antigua documentada obra de Matías Abad, data de 1883, hoy es la cerradura de la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles en Burbáguena. Matías la realizó cuando solo tenía 19 años, justo antes de viajar a Barcelona e impregnarse del estilo modernista de la época. Un estilo propio y que llamó la atención del arquitecto Pablo Monguió.

El edificio más antiguo catalogado en el que participan ambos es la Casa Bayo, que se construye entre 1902 y 1903. Pero no es la única pista que nos deja Matías Abad en las calles y edificios de Teruel. De otras creaciones de Matías Abad, solo nos queda la documentación.

Matías Abad también dejó su impronta en Madrid, Andalucía y Valencia y, lo que muchos no conocen, es que también lo hizo en Zaragoza, la barandilla y los candelabros del Palacio de Sástago, la reja del Museo de Zaragoza o en comercios del casco histórico.

Su talento en la forja le supuso reconocimientos y premios en exposiciones nacionales, llegando a ser miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando o Premio del Ateneo Artístico Turolense. Un talento que, a día de hoy, forma parte de la identidad de las calles de la capital turolense.