Cine de la década de los 70: 'Tiburón' o 'Taxi Driver'

Si hay algo que marcó la década de los setenta es la aparición de un fenómeno, que muchos recordarán porque dio nombre a una cadena de alquiler de películas que nos dejó hace tan solo unos años, Blockbuster. Lo que en España llamaríamos un "taquillazo". El concepto surge gracias a la película 'Tiburón', de Steven Spielberg.

En la costa de un pequeño pueblo del Este de los Estados Unidos, un enorme tiburón ataca a varias personas. Por temor a los nefastos efectos que este hecho podría tener sobre el negocio turístico, el alcalde se niega a cerrar las playas y a difundir la noticia. Pero un nuevo ataque del tiburón termina con la vida de un bañista. Cuando el terror se apodera de todos, un veterano cazador de tiburones, un oceanógrafo y el jefe de la policía local se unen para capturar al escualo.

La Guerra de las Galaxias

En 1977 llegaba a las pantallas una de las mayores sagas de todos los tiempos. Me refiero a “La guerra de las galaxias”. Película que obtuvo 7 oscars, todos técnicos, pero que, sobre todo, creó una legión de fans. La historia es conocida por todos. La princesa Leia, líder del movimiento rebelde que desea reinstaurar la República en la galaxia en los tiempos ominosos del Imperio, es capturada por las Fuerzas Imperiales, capitaneadas por el implacable Darth Vader, el sirviente más fiel del Emperador. El intrépido y joven Luke Skywalker, ayudado por Han Solo, capitán de la nave espacial "El Halcón Milenario", y los androides, R2D2 y C3PO, serán los encargados de luchar contra el enemigo e intentar rescatar a la princesa para volver a instaurar la justicia en el seno de la galaxia.

Esta década nos descubrió también a, quizá, algunos de los mejores actores de nuestra generación. El primero había rodado ya su primera película a finales de la decada de los 50 y había tenido apariciones esporádicas en los 60 hasta que llegó su oportunidad en el 69 con “Easy rider”.

Alguien voló sobre el nido del cuco

La década de los 70 consolidó su rol protagonista con éxitos como “Chinatown” y, sobre todo, “Alguien voló sobre el nido del cuco”. Una curiosidad sobre esta película, el veterano Kirk Douglas estaba loco por protagonizar esta cinta, sin embargo no pudo hacerlo porque no consiguió los derechos sobre la obra de teatro que compró… nada más y nada menos que su hijo Michael. Les costó un disgusto a la familia, pero a Michael su primer Oscar como productor ya que obtuvo el premio a la mejor película.

Randle McMurphy, un hombre condenado por asalto, y un espíritu libre que vive contracorriente, es recluido en un hospital psiquiátrico. La inflexible disciplina del centro acentúa su contagiosa tendencia al desorden, que acabará desencadenando una guerra entre los pacientes y el personal de la clínica con la fría y severa enfermera Ratched a la cabeza. La suerte de cada paciente del pabellón está en juego.

El Padrino

Serpico, Tarde de perros y sobre todo las dos primeras partes de la trilogía de El Padrino convirtieron a Al Pacino en uno de esos actores de raza cuya imagen se impone dentro de una historia. Evidentemente la adaptación de la novela de Mario Puzo supuso un antes y un después, no sólo para él sino para la historia del cine.

América, años 40. Don Vito Corleone es el respetado y temido jefe de una de las cinco familias de la mafia de Nueva York. Tiene cuatro hijos: Connie, el impulsivo Sonny, el pusilánime Fredo y Michael, que no quiere saber nada de los negocios de su padre. Cuando Corleone, en contra de los consejos de 'Il consigliere' Tom Hagen, se niega a participar en el negocio de las drogas, el jefe de otra banda ordena su asesinato. Empieza entonces una violenta y cruenta guerra entre las familias mafiosas.

French Connection

Jimmy Doyle y Buddy Rosso son dos policías neoyorquinos que siguen la pista de una red de traficantes de drogas. El primero, que confía en su olfato, sospecha que una confitería de Brooklyn está implicada y convence a su jefe para intervenir la línea telefónica. Poco después, Doyle y sus hombres siguen al dueño de la confitería, que los conduce hasta Nicoly y Charnier, dos franceses que acaban de llegar a Estados Unidos.Menos prolífico que los anteriores, y no muy acertado a veces con la elección de guiones, pero siempre dando una alta nota interpretativa. Para el recuerdo su Popeye Doyle de French connection.