Filas en las puertas de las librerías y nuevos lectores en el Día del Libro más atípico

A pesar de los casi 40 grados que se han alcanzado en Zaragoza en las horas centrales del día, los autores han acudido a la llamada de libreros, autores y editores y han hecho fila pacientemente para entrar en las librerías. Se celebraba un día del libro atípico, por las fechas, casi tres meses después de la cita habitual, porque no es un día festivo en Aragón y también por las restricciones impuestas por la pandemia. 

Desde COPELI, la Comisión Permanente del Libro de Aragón, su presidente Cesar Muñio confirmaba que la respuesta de los lectores ha sido incluso mejor de la esperada y, emocionado, recordaba cómo muchos compradores han acudido precisamente llamados por la necesidad de ayudar a las librerías. Otro efecto que se ha notado en este día ha sido la afluencia de nuevos lectores y entre ellos muchos jóvenes y también familias con niños pequeños, nuevos lectores o lectores que migran de otros puntos de venta a las librerías tradicionales.

Entre lo más vendido 'El infinito en un junco' de la aragonesa Irene Vallejo, publicado por Siruela y que suma ya quince ediciones, algo absolutamente inaudito para un ensayo. Además, se vende sobre todo novela negra y policíaca, un género que en los últimos meses ha experimentado un renacimiento importante, impulsado sobre todo por las lectoras y el éxito de los autores españoles como Lorenzo Silva, Carmen Mola o Juan Gómez Jurado.