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Artesanos del tambor y el bombo
Comienza el trabajo de los encargados de que el sonido de la Semana Santa vibre en todos los rincones aragoneses
ARAGÓN CULTURA /
Paciencia, cariño, buen hacer y mucho trabajo son los ingredientes necesarios para que los tambores aragoneses emocionen a todo aquel que escucha. Detrás están ellos, los que pulen en silencio el sonido del tambor y el bombo.
Desde el Bajo Aragón hasta el Somontano, pasando por la Sierra de Albarracín o Zaragoza, los artesanos siempre están ahí en sus pequeños talleres, entre aros, tornilos, bordones y parches, curtiendo las pieles con esmero, para que el sonido de la Semana Santa vibre en todos los rincones aragoneses.