Regresa Matusalén a Zaragoza

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Regresa Matuzalem a Zaragoza después del follón que se montó con la multa de la UEFA, su salida a la Lazio y su fugaz paso, con

lesión incluída por la capital aragonesa. El equipo romano visita otra vez

Zaragoza para afrontar otra edición más del Trofeo Ciudad de Zaragoza, que

se llama Carlos Lapetra de apellido.

El brasileño fue la última esperanza blanquilla de ser un gran equipo,

cuando se juntaron Ayala, D'Alessandro, Aimar, Sergio García, Oliveira y

Diego Milito. Un ramillete de grandes futbolistas que fueron incapaces de

mantener al equipo en Primera División, se cargaron al entrenador y a dos

técnicos más y dejaron en la ruina más absoluta al club. Por su culpa y por

la responsabilidad de los dirigentes deportivos que no actuaron con la

suficiente destreza y rapidez para evitar el desastre.

Muy poco se ha avanzado tras el descenso y el regreso a la Primera División,

con un técnico al que le huele el trasero a pólvora y una plantilla escasa y

descompensada. Con el escándalo Lafita que obliga al futbolista a cuidar su

físico en el gimnasio y el Parque de Zaragoza, mientras Lendoirio vomita

lava como un volcán ante la burocracia de la Liga de Fútbol Profesional.

Así las cosas, escondido tras comenzar la Liga, se disputa un partido

intrascendente con los mejores futbolistas de cada club con sus respectivas

selecciones. Un choque que bien podría ofrecerse a finales de agosto, como

presentación de la plantilla ante el reto de cada nueva temporada. Pero a

finales de la década pasada, en el primer bache del Real Zaragoza con

Soláns, el entonces presidente no asimiló los abucheos del respetable ante

la falta de calidad de la plantilla y decidió no volver a escuchar jamás ese

tipo de sonidos de viento.

Y los nuevos han seguido la misma linea. Esta noche el cemento y el plástico

presidirá La Romareda que hace más de 30 años contemplaba en sus fiestas de

primavera un torneo cuadrangular con equipos como el Hamburgo o el Borussia

de Moenchengladbach, cuando ambos clubes eran punteros en el continente. Con

futbolistas como Netzer, Stielike, Simonssen o Uwe Seeler. Entonces

organizaba el evento el Ayuntamiento; luego, pasó a disputarse en verano con

el "boom" de los torneos estivales. De cuatro equipos se pasó a tres, luego

a dos, se cambiaron las fechas y llegamos en los últimos años a un

compromiso cada vez menos importante y posiblemente abocado a su

desaparición por escasamente rentable.