"Creo que lo peor es lo psicológico. A lo físico te acostumbras, intento ser optimista pero hay días de llorar por impotencia"

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Rosa Magallón, médico de familia, investigadora que está liderando varios estudios para obtener respuestas al covid persistente ha explicado en Aragón Radio que se están desarrollando varios proyectos desde la comunidad para "dar respuestas a estas personas que mantienen los síntomas en el tiempo y les dificulta el desarrollo de una vida normal". Ha detallado que es un virus muy desconocido en el que cada caso es diferente; en unos casos se fallece, en otros la recuperación es rápida y en otros "se mantienen síntomas durante meses, incluso desde el inicio de la pandemia y han visto truncada su vida, con dificultad al respirar, no se pueden concentrar, febrícula, dolores musculares, etc. Lo que sabemos es que sufren mucho", ha explicado.

Sobre el desarrollo de las investigaciones indica que no hay evidencias de peso pero sí se aprecia un "componente inflamatorio persistente como si almacenaran un reservorio de virus y ante cualquier estímulo vuelve a reinfectar, algo ocurre para que haya un recuerdo persistente". Ha detallado cómo se empezó a trabajar en mayo de 2020 cuando salió la primera convocatoria de proyectos de investigación, "esperan tener resultados en un par de meses". "Estamos empezando un ensayo clínico con el efecto de un fármaco y necesitamos pacientes. Por ello hacemos un llamamiento de que necesitamos pacientes con covid persistente con síntomas de todo tipo, predominantemente respiratorios". Ya ha finalizado un proyecto en el que han participado 160 voluntarios y se necesitan 140 y 90 para otros estudios que están realizando.

Uno de los casos de covid persistente es el de Patricia, de 43 años, que desde hace uno está de baja laboral. Entre los síntomas que tiene desde entonces está la fatiga brutal, dolor muscular, de articulaciones, fallo de memoria o presión en el pecho. "Me levanto cansada. No puedo jugar con mis hijos, hacerla  compra, no puedo sujetar el secador" detalla. Se ha presentado voluntaria porque necesita respuestas. "Me dolía tanto la cabeza que no lo calmaba con nada, pero creo que lo peor es lo psicológico. A lo físico te acostumbras, intento ser optimista pero hay días de llorar por impotencia".