Publicidad
TRADICIÓN

Flequillo, móvil y gafas de sol, prohibidos en la Ofrenda de Flores a la Virgen del Pilar

Participar en el acto central de las fiestas implica lucir un atuendo tradicional, que en muchas ocasiones incluye accesorios y elementos que no tienen rigor histórico. Los expertos en indumentaria explican cómo vestir adecuadamente

ARAGÓN NOTICIAS /
Imagen de archivo de la Ofrenda de Flores. / Europa Press
icono foto Imagen de archivo de la Ofrenda de Flores. / Europa Press

A pocos días para el día grande de las Fiestas del Pilar, muchos zaragozanos desempolvan los trajes regionales que lucirán el próximo 12 de octubre ante la Virgen. En el recorrido, desde la plaza Aragón hasta la plaza del Pilar, se suceden durante horas trajes de lo más variopinto. Los hay típicos de otras regiones y países, de faena, baturros, de fiesta, etc., aunque no todo vale en la Ofrenda de Flores. Hay elementos que están 'prohibidos', atendiendo al rigor histórico, como explica una de las propietarias de la tienda zaragozana de indumentaria San Jorge, Natalia Arbués: "Hay cosas que no se deben llevar, porque antiguamente no lo llevaban, pero hay otras, como los carritos de bebé, que son necesarios. Hay que aplicar la lógica en algunas cuestiones". 

Una de ellas son las gafas. En el caso de las de ver, "están permitidas porque son necesarias", pero las de sol son un complemento "mal visto" entre los oferentes más puristas. Al igual que los relojes. "Son fáciles de esconder con las mangas, pero mejor no llevarlos", señala la experta. 

Pero si hay un elemento prohibido y que no debe llevarse en la Ofrenda de Flores es el teléfono móvil. "Se puede hacer uso de él, pero en un momento puntual, como puede ser hacer una foto, pero el resto del tiempo debe estar guardado. Llevarlo en la mano no es correcto", puntualiza Arbués.

Más allá de los accesorios modernos, el pelo es otro de los grandes caballos de batalla de los oferentes más fieles a la historia. "La mujer debe llevar siempre el pelo recogido. Si se tiene el cabello corto, se puede utilizar un postizo", señala. En el caso del maquillaje, lo mejor es no llevar, "ya que antes no utilizaban", o hacerlo de forma muy sutil, "que casi no sea perceptible". 

El mantón, al cuello, y el cachirulo, en la cabeza

Los mantones bordados, generalmente con motivos florales, son elementos comunes en la mayoría de oferentes. Se trata de una prenda con rigor histórico, pero su colocación puede variar. "La mujer aragonesa siempre llevaba el mantón al cuello. Bajo los hombros, con alfileres, solo lo llevan las madrileñas. Es una forma incómoda e incorrecta de llevar el mantón", expone Natalia Arbués. 

No solo en el caso de ellas hay prendas controvertidas en cuanto a su colocación, ellos también tienen que cumplir con determinadas normas de vestimenta: "El chaleco siempre tiene que estar abrochado, cerrado, y metido debajo de la faja. Si no se puede cerrar, se une lo máximo posible y se coloca bajo la faja". 

"El cachirulo lo llevan los peñistas y la gente en la calle para mostrar que son fiestas, pero no en la ofrenda. Como mucho, se podría llevar uno tradicional y debe ir colocado en la cabeza", opina la experta en vestimenta tradicional. 

Un elemento que suele variar, dependiendo del tiempo que haga el 12 de octubre, es la chambra -camisa-. Los puristas aseguran que la manga debe ser siempre larga, pero no es raro ver a oferentes con camisas de manga corta: "La mujer, por ejemplo, siempre llevaba la chambra larga, tapada hasta la muñeca, al igual que iban tapadas hasta los tobillos. En el caso de ellos, los antebrazos también se tapaban. La manga corta solo se encuentra en ropa antigua que se usaba para dormir".

Interior de la tienda de indumentaria San Jorge y una pareja en la Ofrenda.

Por último, llevar bolso como parte del atuendo tradicional tampoco es históricamente correcto. En su lugar, la opción más recomendada por las tiendas de vestimenta es la 'faldiquera', una pequeña bolsa de tela que se llevaba bajo la falda: "Antiguamente no se llevaban bolsos porque las mujeres solían salir acompañadas y no llevaban ni dinero ni llaves. Las solían llevar ellos. En su lugar, se podría llevar un pañuelo de tela o una cesta".