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FESTIVALES DE MÚSICA

Y si cambia el cartel del concierto, ¿me devuelven el dinero?

Las asociaciones de consumidores recuerdan al público de los festivales que también tiene derechos, y alertan de que, en ocasiones, detectan prácticas abusivas e incumplimientos normativos en estos eventos

ARAGÓN NOTICIAS /
Asociaciones de consumidores alertan de posibles prácticas abusivas e incumplimientos normativos en los festivales de música.
icono foto Asociaciones de consumidores alertan de posibles prácticas abusivas e incumplimientos normativos en los festivales de música.

En verano se multiplica la oferta cultural y de ocio, y muchos optan por escuchar su música preferida, ver a sus artistas favoritos o, simplemente, disfrutar de nuevas sensaciones acudiendo a un festival de música. Pero puede ocurrir que el cantante principal se caiga del cartel, que haya cambios sustanciales en la programación o simplemente que no se permita la introducción de alimentos. Todas estas son circunstancias en las que se pueden ver vulnerados los derechos de los asistentes, según alertan las asociaciones de consumidores, quienes recuerdan que el público también tiene derechos.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) va a solicitar al Ministerio de Consumo una normativa específica que defina los servicios básicos de los festivales de música al aire libre y establezca compensaciones en caso de malas prácticas. "Hay una normativa nacional que regula este tipo de actividades, también Aragón tiene la suya, pero la propia casuística de los festivales y las nuevas prácticas llevan a que sea importante que de delimiten y se ponga freno a algunos abusos", señala Alejandro Marín, delegado de OCU en Aragón. 

Abusos más frecuentes

Una de las prácticas abusivas más habitual, según la OCU, es el cambio sustancial en la programación y el cartel de los artistas previstos. En estos casos, si el aviso no se ha realizado con la suficiente antelación se debería permitir al usuario solicitar el reembolso del precio de la entrada. "Muchos festivales que se celebran este verano han sido trasladados o reprogramados tras el parón por la pandemia, con lo que en algunos casos los artistas no son los mismos que debían acudir", advierte Marín. 

El responsable de la OCU en Aragón también indica que ahora mismo es obligatorio colocar en los festivales puntos de agua potable gratuita. "Así lo establece la nueva Ley de Residuos y suelos Contaminados del pasado 9 de abril. En algún evento sí que hemos visto que hay alguna fuente portátil, pero suelen ser insuficientes, y en este momento de tanto calor puede generar aglomeraciones o problemas de deshidratación", asegura.

De igual manera, la organización en defensa de los consumidores y usuarios denuncia que en ocasiones no se permite la introducción de alimentos, cuando la normativa actual lo permite si se están vendiendo en el interior del recinto. "La experiencia que tenemos de los usuarios es que no se permite la entrada de ningún alimento en estos eventos", subraya Marín.

Uno de los festivales que en estos momentos se está celebrando en Aragón y que más gente congrega (13.500 personas en su arranque) es Pirineos Sur. Su director, Germán Quimasó, explica cuál es su política, por ejemplo, en caso de suspender un concierto: "A nosotros, de momento no nos ha pasado, pero en el caso de que se tenga que suspender por causas mayores devolveríamos el dinero de las entradas, avisando lo antes posible. Y si solo falla uno de los artistas, dependiendo de las entradas, trataríamos de sustituirlo por otro, y el público podría elegir entre verlo o la devolución del dinero". 

Quimasó también señala que cualquiera que se acerque a las barras del festival donde se sirve bebida y pida un vaso de agua, se le va a dar "sin problemas", y recuerda que en Pirineos Sur se permite la introducción de comida a todo el que tenga intolerancias o alergias. "No se pone pegas a quien acceda con un bocadillo", añade. 

En este festival, que se celebra en el embalse de Lanuza, los vasos son reciclables y cuestan un euro. "Quien quiera se lo puede llevar de recuerdo, pero también nos lo puede devolver y le damos el euro que ha pagado por él", admite Quimasó. Este también comenta que Pirineos Sur no cuenta con pulseras de pago: "Aquí se venden más entradas de día que abonos, la pulsera es un elemento práctico para evitar colas en festivales de tres días, pero en nuestro caso sería un engorro". 

Pulsera de pago y el saldo que sobra

Sí que hay muchos otros festivales en los que se usa la pulsera de pago. "Lo defienden organizativamente porque así no se toca dinero en las barras, pero luego, al imponer tanto comisiones como plazos de retorno de lo que queda en la pulsera, hay saldos que los usuarios no reclaman, y supone un enriquecimiento injusto", asevera Alejando Marín. 

Marín también lamenta que en algunos casos se han implantado restricciones para salir de los recintos, prohibiendo posteriormente la entrada a no ser que se vuelva a pagar: "En una actuación, en un concierto, en el que si sales a fumar ya no te dejen volver es una limitación excesiva", explica.

La OCU admite que desde el Ministerio de Consumo hay "predisposición a hablar", y que, pese a que en muchas de estas actividades tienen competencia las comunidades o los municipios, es preciso establecer una pauta general que "armonice" la normativa y "actualice" las nuevas prácticas que se producen.