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INCENDIOS FORESTALES

Veinte presos en las cárceles españolas por imprudencia o provocación de incendios forestales

El 60% de los más de 15.000 incendios en España son intencionados. En la provincia de Zaragoza se investiga a cinco personas por el incendio forestal de Ateca

ARAGÓN NOTICIAS / EFE /
El incendio forestal de Ateca ha calcinado más de 14.000 hectáreas. \Europa Press
icono foto El incendio forestal de Ateca ha calcinado más de 14.000 hectáreas. \Europa Press

Los incendios forestales arrasan cada año miles de hectáreas en España, muchos de ellos intencionados. Las llamas se llevan por delante árboles o pasto, pero también pruebas que pueden ayudar a esclarecer su origen. Aun así, hay 20 presos, todos hombres, repartidos por varias cárceles del país, acusados de provocarlos.

Según fuentes penitenciarias, del total de reclusos, diez de ellos se encuentran internos en cárceles de la administración central. Ocho están condenados por provocar incendios forestales, uno aún se encuentra en prisión provisional y el otro en un centro penitenciario psiquiátrico.

Mientras, en las cárceles de Cataluña, están recluidos por este delito cinco hombres, uno de ellos en prisión provisional. En el caso de los cuatro incendiarios que ya han sido condenados y que cumplen penas de prisión en esa comunidad, el delito de incendio forestal está vinculado a un delito de asesinato u homicidio, ya que el fuego causó víctimas mortales. El resto de presos se encuentran distribuidos en varias cárceles españolas.

No es fácil para las fuerzas de seguridad investigar un incendio de esas características. Se sabe, de todos modos, que el 60% de los más de 15.000 que cada año sufre España son intencionados. El móvil puede ir desde el que quema para aprovechamiento agrícola, hasta el que se la va la mano por una imprudencia pasando por el que disfruta contemplando el fuego, tiene un deseo irrefrenable de quemar e, incluso, las llamas llegan a excitarle sexualmente (piromanía).

Más detenidos e investigados

Este año 2022 ya acumula 37 grandes incendios forestales (aquellos que afectan a al menos 500 hectáreas), cifra que multiplica por cuatro la media de los últimos diez años, con más de 162.000 hectáreas calcinadas en total. Son datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico hasta el 31 de julio.

En el mes de julio se produjeron varias detenciones por incendios, como las tres llevadas a cabo por los Mossos d' Esquadra, que, además, investigan a una menor. Entre los arrestados por los agentes autonómicos figura un hombre al que un juez envió a prisión acusado de provocar en un mismo día tres incendios forestales en Corbera d'Ebre, Móra d'Ebre y Benissanet, en las Terres de l'Ebre (Tarragona).

A casi una veintena de personas investiga el Seprona de la Guardia Civil, que también ha detenido a alguna más, por ese mismo delito.

Entre ellas, las cinco investigadas como presuntas autoras del incendio forestal de Ateca por imprudencia grave por su participación en la realización de trabajos de reforestación que provocaron el fuego que afectó a nueve municipios de la provincia de Zaragoza, calcinando casi 14.000 hectáreas de monte y obligando al desalojo de 1.700 vecinos de cuatro localidades.

Y entre los detenidos se encuentra un hombre de 47 años por un incendio causado con su cosechadora en la comarca burgalesa de Sabinares de Ardanza, cuando trabajaba en horario no permitido por la Junta de Castilla y León. Más de 900 personas de varias localidades tuvieron que ser desalojadas por unas llamas que arrasaron 3.000 hectáreas.

Entre seis y nueve meses por imprudencia y cinco años si es intencionado

EFE ha analizado una veintena de sentencias sobre incendios forestales dictadas por tribunales de todo el país durante el último año y entre ellas predominan las condenas por incendios imprudentes: fuegos provocados al tirar cohetes, quemar un campo en barbecho o incluso tras prender una pequeña fogata para calentar un recipiente con agua.

La pena suele ser de entre seis y nueve meses de prisión, si bien el castigo se endurece en el caso de que el incendio se haya ocasionado en una zona de especial protección. La condena de cárcel siempre va acompañada de una multa, cuyo importe oscila entre los 3.600 y los 420 euros, según el caso.

Cuando se trata de fuegos intencionados, la pena se sitúa entre los tres y los cinco años, según haya o no dilaciones indebidas durante el procedimiento judicial. La Audiencia de Cáceres aplicó esta atenuante a un hombre condenado a tres años que por usar un mechero, en agosto de 2016, para quemar un total de 179 hectáreas en un paraje de la localidad de Navalmoral de la Mata. Lo mismo le ocurrió al autor de hasta 28 fuegos en 2017 en A Coruña, condenado a tres años y tres meses.

Mayor castigo recibieron dos hombres condenados el pasado mes de marzo a cinco años de prisión por prender en 2020 varios fuegos en matorrales cerca de un camino, donde fueron vistos por un testigo.