Vecinos de Candasnos y Peñalba piden un acceso directo a la AP-2

Primer fin de semana con la AP-2 liberalizada, y por lo tanto, con una reducción de tráfico muy significativa en la N-II. Un cambio con luces y sombras para los municipios afectados, porque la supresión de los peajes supone una gran pérdida de ingresos en las arcas municipales. En total, los 11 municipios aragoneses afectados dejarán de ingresar 1,8 millones de euros de la empresa concesionaria de la autopista, por el impuesto sobre bienes inmuebles (IBI). Algunos de ellos piden un acceso directo a la autopista.

Además, la reducción de tráfico se deja sentir en los comercios de la zona. En Candasnos (Zaragoza) ya perdieron clientes con la construcción de la variante y ahora señalan que la liberalización les quitará un gran porcentaje. Para Joaquín Mariñoso, propietario del restaurante 'El Pilar', ha supuesto la reconversión de su negocio. Asegura que ha pasado de dar 15 almuerzos al día a uno solo y por eso ha decidido montar una granja de terneros y dejar el restaurante solo como bar, dice que "por no cerrarlo, ya que es un sitio de toda la vida". 

En la gasolinera son más esperanzadores. Ofrecen comida y ducha en el hostal a los camioneros que paran a repostar y esperan que los que conocen el lugar sigan viniendo. María Pomar, la camarera, indica que de momento no lo notan mucho porque tienen camioneros fijos". 

Lo mismo ocurre en Peñalba (Huesca), donde los bares de carretera y la gasolinera cierran el fin de semana, porque sus clientes potenciales son los transportistas. "Peñalba no tiene acceso directo a la autopista y para cogerla hay que ir hasta Bujaraloz. Temen quedarse "mucho más aislados" y por eso piden un acceso directo. Aun así, también hay quienes opinan que los que estén acostumbrados a ir por la carretera, volverán en un tiempo.