Universitario a los 63 años: "Estoy cumpliendo el sueño de mi vida"

La universitaria es una de las etapas más intensas en la vida de muchas personas. Sin embargo, no todo el mundo la disfruta durante la juventud. Cada vez son más los aragoneses que, por distintos motivos, deciden ampliar (o iniciar) su formación académica en los centros de la Comunidad.

La Universidad de Zaragoza, con sedes en la capital aragonesa, Huesca y Teruel, cuenta este curso con 1.291 matriculados que superan la barrera de los 40 años. Según los datos facilitados por la institución pública, 554 estudiantes cursan un grado universitario, mientras que 213 realizan un máster y 524 se encuentran inmersos en un programa de doctorado. Por su parte, la Universidad San Jorge cuenta este año con 41 alumnos mayores de 40 años que realizan estudios de grado.

A sus 63 años y en tercero de Derecho, Pedro Manuel Ecay irradia felicidad e ilusión en esta facultad de la Universidad de Zaragoza. A las puertas de la jubilación, tras haber trabajado en las canteras de Quinto, asegura estar cumpliendo "el sueño" de su vida.

"Lo he tenido siempre en la cabeza, pero por trabajo nunca he podido estudiar. Esto es como subir una escalera, llegaré hasta donde pueda... mientras me funcione la cabeza", afirma Ecay, que rechaza rotundamente fijarse cualquier límite. "Después está la opción del máster, el doctorado, la cátedra... ¡hasta presidente del Tribunal Supremo!", bromea.

Compañeros que podrían ser nietos

Con los exámenes de diciembre a la vuelta de la esquina, Ecay se define como un buen estudiante. "De momento voy al día, que no es poco. ¿Sabe lo que es para mí pasar de curso? Igual para la gente es una tontería, pero para mí supone un gran reto", explica con efusividad.

Además, asegura que tiene una gran relación con todos sus compañeros, la mayoría de 20 años. "Podrían ser mis nietos, pero yo no soy el más mayor de clase, tengo un compañero que tiene 71 años", apunta.

Padre de abogada, este alumno celebra que su familia le apoye en esta fase de su vida y aboga por mantener la presencialidad en las aulas. "Me encanta ir a clase, voy todos los días, de lunes a viernes. Si tienes cualquier duda, la preguntas", revela.

Porque él sí lleva la lección al día. "Los jóvenes igual dejan las cosas para el final, para el último mes... yo salgo de clase con la lección medio aprendida", celebra, que accedió al grado tras realizar el pertinente curso de acceso a la universidad para mayores de 45 años.

"La vida es muy larga, a la gente de mi edad le recomiendo que estudie, que avancen y no se queden parados, que están en lo mejor de la vida", concluye Ecay con una sonrisa.