Una zaragozana se hace viral en Malasia por sus vídeos hablando el idioma local

Cuando, hace apenas un par de meses, la zaragozana Silvia Enguita Bueno subió su primer vídeo a Tik Tok no imaginaba la repercusión que este iba a acabar teniendo. En las primeras 24 horas, su 'post' consiguió medio millón de visualizaciones y su contador pasó de 0 a 5.000 seguidores, la mayoría de ellos residentes en Malasia, país en el que lleva afincada cuatro años y cuya cultura sirve de inspiración para sus contenidos. 

"Aquí, cuando los locales me escuchan decir alguna palabra en malayo les hace mucha gracia e ilusión, porque casi todo el mundo se comunica en inglés. Así surgió la idea para mi primer vídeo, aunque la tuve en la cabeza mucho tiempo antes de materializarla. No esperaba para nada esta acogida", explica Enguita, quien, tras trabajar como docente varios años en Londres, actualmente imparte clases de español en un colegio británico internacional en Kuala Lumpur.

Desde entonces, los números no han parado de subir. En su perfil de usuario, @sylviagood, su primer vídeo acumula más de 1.200.000 reproducciones en Tik Tok y sus seguidores ya sobrepasan los 17.000. Además, vuelca su contenido en una cuenta de Instagram (@sylviagood_) en la que ha superado la barrera de los 10.000 'followers' y la prensa malaya se ha hecho eco de su historia en un artículo titulado 'Los locales no quieren hablar malayo, pero esta extranjera sí', que llegó hasta ella a través de un 'post' que sus compañeros de trabajo encontraron en Facebook. 

El primer vídeo de la zaragozana Silvia Enguita en Tik Tok acumula más de 1.200.000 reproducciones.

Sobre el contenido de sus redes, Enguita, de 31 años, explica que todavía está aprendiendo. "Estoy probando a subir un poco de todo, para ver qué es lo que atrae más a la gente. Los contenidos están enfocados a las dificultades y particularidades del malayo", señala. "Mis vídeos le han llegado a mis propios compañeros, a los padres y alumnos del colegio... En la calle he sido reconocida dos veces, una en el aeropuerto y otra de paseo, y, en aquella ocasión, me pidieron hasta una foto. Me puse rojísima", bromea. Por eso, de esta incursión en las redes sociales lo que más le ha sorprendido es la repercusión: "Me asombra el alcance que tienen". En cuanto al propósito de sus vídeos, Enguita lo tiene claro: "Hacer pasar un buen rato a la gente y enseñar que aprecio la cultura malaya y el país en el que vivo".

"Me encantaría que se vieran en España, pero no están enfocados a ese público, así que probablemente no los entenderían", cuenta. Acerca del tipo de relación que mantiene con sus seguidores, la joven señala: "En Tik Tok los usuarios no te pueden mandar mensajes a no ser que les sigas, por eso la relación es más fría. Sin embargo, en Instagram sí, y a la mayoría les contesto. Intento darle a 'me gusta' a los comentarios que recibo como muestra de aprecio hacia sus mensajes". 

Distantes pero no tan distintos

A pesar de la distancia física -más de 10.000 kilómetros separan su Zaragoza natal de Kuala Lumpur-, Enguita asegura que la vida en Malasia no es tan distinta: "Aquí solemos quedar con amigos a tomar algo después de trabajar". "España es más de bares y tapas y aquí son más de restaurantes, pero la gente es muy amable, como los aragoneses", afirma.

Para ella, el choque cultural fue positivo: "Me sorprendió la perfecta convivencia de las tres religiones -hindú, musulmana y cristiana- y, por ende, de las diferentes tradiciones. Todo el mundo se lleva bien aquí", remarca. De hecho, Enguita ha compartido a través de sus redes imágenes usando los trajes tradicionales de las culturas árabe ('hijab') e india ('saree'). "Ahora mismo el 90% de mis seguidores son musulmanes y me lo pidieron", cuenta.