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AUSTRALIA

Una aragonesa en Sídney: "Las restricciones me parecen excesivas"

La ciudad australiana permanece bajo confinamiento domiciliario desde el 26 de junio hasta el 28 de agosto

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Isabel Gallego, aragonesa afincada en Sídney.

Las autoridades australianas han ampliado hasta el 28 de agosto el confinamiento domiciliario en la ciudad de Sídney. Además, está prohibido quitarse la mascarilla en el exterior y la policía ha pedido ayuda al Ejército para que vigile el cumplimiento de las restricciones. Las normas están vigentes desde el 26 de junio y afectan a unos cinco millones de habitantes, al no lograr contener la propagación de la COVID-19. En estos momentos, los contagios diarios no llegan a los 180 casos.

"Parece un poco excesivo", declara la aragonesa Isabel Gallego, afincada en la ciudad australiana desde hace más de seis años. En el último mes, Gallego cuenta que solo puede salir de su casa para hacer la compra o ir al médico. "Lo único que está permitido es ir a trabajar si eres trabajador esencial. Por ejemplo, si formas parte del sistema sanitario, de un supermercado o del transporte público", explica. Salir a hacer ejercicio está permitido, matiza, pero con máximo una persona como acompañante y sin superar los 10 kilómetros de distancia desde la casa. 

Calles vacías y negocios cerrados

Cuando sale, Gallego dice que se encuentra con calles prácticamente vacías y restaurantes cerrados, ya que "solo trabajan con comida para llevar". También la construcción se ha paralizado, al menos, durante dos semanas. Ella, que se gana la vida como arquitecta, ahora teletrabaja: "A la oficina no va prácticamente nadie, solo en casos muy justificados", apunta. 

En estos momentos, Australia tiene sus fronteras cerradas y ha incorporado una multa de 500 dólares australianos, el equivalente a 310 euros, por no usar la mascarilla. "Los australianos son muy cívicos y siguen las normas, pero están un poco frutados", apunta Gallego. "La incertidumbre de no saber cuándo vas a poder salir es lo que más nos está afectando", añade, porque solo es posible subir a un avión con un motivo justificado.