UGT y CC. OO. anuncian mayor conflictividad si los salarios no se ajustan a los beneficios

El próximo año habrá mayor conflictividad laboral si no se avanza en unos salarios que vayan acompasados con la inflación y los beneficios de las empresas. Esta es una de las principales reivindicaciones que han destacado los secretarios generales de los sindicatos UGT y CC. OO. en Aragón, Daniel Alastuey y Manuel Pina, en el programa 'Despierta Aragón' de Aragón Radio. En esta línea, también han destacado su aspiración de que el salario mínimo interprofesional alcance los 1.100 euros en 2023 y han mostrado su esperanza de que el programa piloto que prevé aplicar el Gobierno para avanzar en la semana laboral de cuatro días, permita dar un paso hacia su generalización.

Los líderes sindicales han destacado que este año, que según Manuel Pina "iba a ser el de la recuperación postpandemia", cambió a partir de febrero con la guerra en Ucrania y la inflación. Pese a todo, se felicitan de que este no haya sido un "otoño caliente" porque la negociación colectiva ha permitido "sacar acuerdos" y evitar algunas movilizaciones, señala el líder de CC. OO en Aragón. No obstante, el líder de UGT, Daniel Alastuey, señala que en la coyuntura actual, "ante la falta de un pacto de rentas para repartir las cargas de la crisis, la negociación esta yendo sector por sector y se está dando imagen engañosa". Y recuerda que el año que viene será complicado al decaer algunos convenios como el del metal: "Hay carga de negociación importante para el año que viene, la conflictividad será mayor salvo que trasladen al poder adquisitivo las cargas de los trabajadores".

Por todo ello, y tras no alcanzarse un pacto de rentas en este año, la cuestión salarial va a ser importante en los próximos meses, recuerda, Alastuey: "Queremos subidas que se acompasen a la inflación, y depende de la actitud. Los empresarios están teniendo beneficios récord en algunos sectores y tiene que haber subidas salariales". Una opinión que también comparte Manuel Pina: " Los beneficios empresariales han llegado al 21% frente al 3% de subida salarial. Han incrementado los beneficios y no han subido los salarios. Si eso no se soluciona, los conflictos se irán acumulando". 

En este sentido, esperan que en 2023 se consiga incrementar el salario mínimo interprofesional hasta los 1.100 euros, frente a los 1.050 que proponen desde la patronal. Daniel Alastuey ha mostrado su deseo de alcanzar esa cifra porque "cerraría ciclo de dignificación del salario mínimo de esta legislatura, además de cumplir la carta social europea" y añade que "las subidas de estos años han demostrado que la brecha salarial se ha ido cerrando. Además de afectar a los más vulnerables tienen además componente de género". Pina también considera necesaria esta subida hasta los 1.100 debido a la inflación. 

Semana laboral de cuatro días

Los líderes sindicales han destacado también la importancia del programa piloto del Gobierno para experimentar la semana laboral de cuatro días. Pina recuerda que este debate es muy importante porque "puede afectar a todos los sectores porque en todas las empresas hay capacidad de reorganizar el trabajo". Cree que se puede avanzar en este sentido y recuerda que "el sábado era laboral hasta hace poco, por lo que se puede reducir de cinco días a cuatro". Así mismo, cree que este tipo de semana laboral "puede mantener productividad, recudir la jornada laboral y aumentar la satisfacción de las dos partes". 

En términos similares se muestra Daniel Alastuey quien cree que este es un camino que se va a recorrer y se va a alcanzar la meta en algún momento: "Se consiguieron las ocho horas a principios del siglo XX y esto también se va a conseguir", pero recuerda que hay que adaptarlo a la realidad de cada empresa y sector. En este aspecto, recuerda que, en estas cuestiones, "siempre se piensa en grandes empresas pero el problema suele estar en pequeñas y medianas, y este plan va por allí".

Para los líderes sindicales, avanzar en esta cuestión debe ser un camino de mejora de condiciones laborales y Manuel Pina pone el ejemplo de la hostelería: "Se ofrecen condiciones que no querría nadie. No faltaban trabajadores de hostelería sino condiciones de trabajo dignas. Todo lo que mejore condiciones y salarios será en beneficio de todos. Lo que ocurre en general es que las condiciones no son buenas", Daniel Alastuey secunda sus palabras y recuerda que hay menos vacantes que en el resto de Europa: "No faltan trabajadores sino buenas condiciones para atraer trabajadores en algunos sectores".