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JORNADAS 'POLOS DEL FRÍO'

Teruel, o cómo los termómetros suben más de 60 grados en solo siete meses

La amplitud térmica registrada en la provincia turolense ha batido récords este año, tanto en las temperaturas mínimas como en las máximas

CRISTINA ADÁN /
Una calle de Albarracín (Teruel), tras la nevada de Filomena.
icono foto Una calle de Albarracín (Teruel), tras la nevada de Filomena.

El termómetro en Bello marcó 25,4 grados bajo cero el 12 de enero de 2021. En el mismo lugar, siete meses después, el 14 de agosto, la temperatura registrada en esta localidad turolense fue de 39,7 grados (sobre cero, claro). Una diferencia de 65,1 grados centígrados. En las mismas fechas, la capital turolense pasó de -21ºC a 41,3ºC, o lo que es lo mismo, en un mismo lugar de la ciudad de los Amantes, el termómetro registró una diferencia de 62,3 grados entre enero y agosto. La explicación tiene dos nombres: uno propio, Filomena, y otro tan recurrente medioambientalmente hablando como real, el calentamiento global

Precisamente, las temperaturas extremas han sido durante este fin de semana del 30 y 31 de octubre, uno de los focos de atención de la segunda edición de las jornadas estatales 'Polos del Frío', que se han celebrado en Alcalá de la Selva, otro de los pueblos que más sabe de este asunto (y por experiencia propia). Un encuentro que congregó a unas 40 personas, entre participantes y ponentes, llegadas de toda España.

Rafael Requena, delegado en Aragón de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), ha sido también uno de los ponentes de este congreso. Él explica por qué este año ha sido extremo en cuanto a temperaturas: "En Teruel hay amplitudes térmicas muy amplias porque hay temperaturas bajo cero muy importantes, pero en verano también son cada vez más altas". 

El pasado invierno, los días posteriores a Filomena, cuando comenzó a desaparecer la nieve, se registraron las temperaturas más bajas. El día 12 de enero ha sido el día más frío en lo que va de año y el que batió récords en lugares como Bello (-25,4ºC), Torremocha de Jiloca (-27ºC) y Calamocha (-21,3ºC). Pero otros muchos municipios de Teruel registraron temperaturas de -20ºC. 

“Somos un gran potencial del frío en España”, resaltó el vicepresidente de la Diputación de Teruel, Alberto Izquierdo, durante la presentación de las jornadas celebradas este fin de semana, recordando las circunstancias de récord vividas por ejemplo en los últimos grandes temporales de España como las borrascas Filomena o Gloria. De hecho, según concretó Requena, Calamocha vivió el 17 de diciembre de 1963 la temperatura más baja registrada en España en lugar habitado: -30ºC. 

Temperaturas extremas también cuando el calor aprieta

Pero no solo de extremos se habla en invierno. En la época estival, los termómetros volvieron a registrar valores muy dispares. La capital turolense llegó a marcar 41,3 grados sobre cero. "En este marco de calentamiento global, las temperaturas máximas se están ampliando", añade el delegado de Aemet en la Comunidad. Según explica, en el valle del Ebro, en Zaragoza, se ha convertido ya en algo normal que en verano haya temperaturas extremas por encima de los 40 grados. "Antes, no ocurría todos los años, pero ahora sí. Sin embargo, en el norte y sur de Aragón, hasta hace poc,o esto no había ocurrido nunca". "Pasó por primera vez en 2012 en Teruel, según la serie de ese observatorio, que tiene histórico desde 1986". Requena explica que el 14 de agosto, "la mitad de España, exceptuando el litoral y algunas zonas de Castilla, se llegó a los 40 grados". 

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