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ENTREVISTA ARAGÓN TV

Teresa Perales: "Me siento tremendamente afortunada"

La nadadora paralímpica aragonesa comparte con Aragón Televisión las horas previas a recibir el Premio Princesa de Asturias del Deporte

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Teresa Perales durante la entrevista para Aragón Noticias.

Teresa Perales paladea las horas previas al acto de entrega del Premio Princesa de Asturias del Deporte en Oviedo, una ceremonia que se podrá seguir en directo en el canal de streaming de Aragón Noticias, desde las 18:25 h. La nadadora recuerda para los informativos de Aragón TV los hitos de una carrera jalonada de logros memorables, alimentados a base de enormes sacrificios vividos en la intimidad de la piscina, las concentraciones, los viajes y las competiciones. Un periplo vital en el que su familia siempre ha resultado un pilar fundamental en el que apoyarse. Este viernes llega el momento de recibir honores de todo un país que reconoce sus méritos y el valor que su ejemplo tiene para miles de personas.  

"Significa muchísimo, es un honor, un privilegio. Me siento tremendamente afortunada porque es un premio con mayúsculas, un reconocimiento internacional", se arranca Teresa, quien destaca que la circunstancia haya sido una "buena excusa" para haber estado hablando durante estos días "de deporte paralímpico, de deporte femenino, de mamás deportistas". 

Su larga trayectoria ha coincidido en el tiempo con el desarrollo en España del deporte paralímpico, que a su juicio ha experimentado un crecimiento espectacular a raíz del primer Plan ADO para sus deportistas. "A partir de entonces se nos incluyó dentro de esas becas y los deportistas paralímpicos tuvimos acceso a los centros de alto rendimiento, tuvimos derecho a premio por medalla y a una beca mensual. Eso hizo que muchos pudiésemos dedicarnos en exclusiva a la práctica deportiva. Fue un antes y un después", sintetiza.  

Una eclosión que, en el caso del movimiento paralímpico, "todavía muy joven" a su juicio en comparación con el olímpico, ha vivido dos momentos clave en su historia. Perales señala los Juegos de Sídney, "un antes y un después que dio comienzo a la era moderna", y los de Londres, donde "se abrió la puerta de los medios de comunicación, lo que permitió que se nos conociera mucho más", recuerda. 

Madre por encima de cualquier reconocimiento

Para la propia Perales, las citas olímpicas, al margen de sus conquistas deportivas, también han significado momentos cumbre su trayectoria vital. Como es el caso de la maternidad, un pasaje de la vida de muchas mujeres que hasta hace no mucho tiempo significaba tener que cerrar la carrera deportiva. "Al principio lo viví con cierto recelo, porque no había muchas deportistas mamás y tenía cierto recelo sobre si podría volver al máximo nivel, con la dificultad añadida de, una vez siendo madre, tener que marchar a las concentraciones y las diversas competiciones. Fue muy duro", recuerda.

Pero superar ese obstáculo ha sido una bendición para ella y su hijo, porque si de algo se siente orgullosa es de haberle transmitido la "cultura del esfuerzo". "Si tienes un sueño y quieres luchar por él, tienes derecho a hacerlo", sentencia. Por todo ello, a la Teresa Perales del pasado le diría ahora: "Tranquila, hija mía, que lo que te queda por vivir ¡cómo lo vas a disfrutar!", manifiesta entre carcajadas de honda satisfacción.  

Esa impronta que transmite luchar contra tus propios límites se eleva a las alturas en cuanto sale a relucir su papel de madre. "De mamá leona", puntualiza. Y lo hace por encima de cualquier reconocimiento público. "Una de las cosas de las que más orgullosa me siento es de ser la mamá de Mariano, es lo que más ilusión me hace de todo”, reconoce. 

Conversaciones con la familia real

Y, según avanzan las horas, ya se ve sobre la alfombra del teatro Campoamor. "Me lo he imaginado para no ponerme tan nerviosa. Haré un discurso muy pequeño comparado con los demás. Normalmente intervienen cuatro premiados y este año han hecho la excepción de que pueda intervenir yo también", aclara. Unas palabras sobre las que no desvela la dedicatoria ni el mensaje. "Tiene que ser sorpresa para mantener la emoción”, pide con una amplia sonrisa. 

La cita única le permitirá vivir otro momento para el recuerdo junto a la familia real. No es el primero y a buen seguro no será el último. "Son gente muy maja. Hablamos de deporte, me preguntan por futuras competiciones, y yo les he preguntado en otras ocasiones por las hijas. Al final yo soy madre y ellos son padres. Suelen ser conversaciones muy amenas", reconoce. Además Teresa recuerda que la infanta Elena le llamó en persona para darle la enhorabuena.

Y echando a volar por un momento la vista al horizonte, siquiera para soltar los nervios por un momento, París 2024. “En Tokio gané la medalla que quería, pero con la enfermedad tuve claro que quería ir a París para no quedarme con mal sabor de boca”, explica. Teresa ya tiene el rumbo marcado así que solo habrá que seguirla.