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DESDE HOY

Suspendidas las acampadas, ¿qué pasa con los campamentos ya organizados?

Reubicar a los participantes, cambiar las fechas del encuentro o trasladarse a otra comunidad autónoma, son algunas de las propuestas más valoradas

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Jóvenes en tienda de campaña (canva).

Las acampadas juveniles son un clásico del verano, pero este año se han visto interrumpidas, de nuevo, por la pandemia de la COVID-19. A partir de este jueves, las colonias con pernocta al aire libre, bien en tienda de campaña o en otro tipo de instalación móvil, quedan suspendidas en la Comunidad. Además, el número de participantes no podrá superar los 55, frente a los 75 de la anterior normativa. Una decisión que ha obligado a los organizadores de este tipo de eventos a preguntarse qué hacer con los campamentos ya preparados.

Reubicar a los participantes para que duerman en instalaciones fijas como albergues o pabellones, cambiar las fechas del encuentro o trasladarse a otra comunidad autónoma son algunas de las propuestas más valoradas. "Si el campamento es de una semana, que unos pocos vayan del primer al cuatro día y otros del cuarto al séptimo", propone la presidenta de ASDE-Scouts Aragón, María Puente. En su caso, tenían pendientes tres grupos de campamentos que han tenido que adaptar a las nuevas restricciones. "Es un trastorno", reconoce Puente.

En total, cerca de 10.000 menores han acudido a campamentos en lo que va de verano en la Comunidad, el equivalente a 226 actividades. Sin embargo, todavía quedaban 87 pendientes de celebrar. El director gerente del Instituto Aragonés de la Juventud (IAJ), Adrián Jimeno, señala que estas cifras son "positivas" con respecto al año pasado, cuando se celebraron 64 en toda la temporada. Desde el IAJ, plantean "reconvertir este tipo de campamentos en grupos más pequeños o repartirlos en otras comunidades", porque "la intención del Gobierno no es que no se realicen estas actividades, sino que se puedan hacer con seguridad".

La nueva normativa, que fue anunciada la semana pasada por el Gobierno de Aragón ante el incremento "explosivo" de contagios entre los jóvenes, también obliga al responsable de la colonia a comprobar, al inicio de esta, que tanto los participantes como los menores han recibido la pauta completa de vacunación, se han recuperado de un contagio por COVID-19 en un periodo de entre 11 y 180 días o que presentan una prueba PCR o test de antígenos negativa. Con estas garantías, se formarían los llamados 'grupos burbuja', que favorecen el rastreo ante la aparición de un caso positivo.

¿Qué pasa cuando se detecta un positivo?

El problema cuando se detecta un contagio o se sospecha que puede aparecer en estas actividades, explica Jimeno, es que ello implica "que todo el grupo de convivencia estable tenga que tener un seguimiento". Al tratarse de grupos grandes, que por lo general se encuentran asentados en municipios o núcleos urbanos pequeños, la alerta puede saturar el Centro de Salud donde se encuentran. "Tenemos que trabajar de una manera integral, no solo en lo que es la propia la actividad sino también en proteger nuestro sistema sanitario", añade el director gerente del IAJ.

Por su parte, la normativa sí permite las colonias urbanas sin pernocta, los campos de voluntariado juvenil y las actividades de aventura al aire libre. Alternativas que, al igual que las acampadas, "enriquecen de una manera especial y ayudan a la conciliación de las familias", matiza Jimeno.  

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