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DÍA DE LA MUJER Y LA NIÑA EN LA CIENCIA

Solo una de cada cuatro mujeres lidera grupos de investigación científica

La participación femenina representa más del 44% en los equipos de investigación aragoneses, pero sigue existiendo el techo de cristal a la hora de dirigirlos

MAR BURGUEÑO /
icono foto La viróloga zaragozana Nerea Irigoyen dirige un grupo de la División de Virología en la Universidad de Cambridge.

Romper el techo de cristal en el ámbito científico sigue siendo un reto para muchas mujeres dedicadas a la investigación. Así lo demuestran los datos más recientes: solo una de cada cuatro mujeres lidera grupos de investigación científica, el 25,45% del total, mientras que el 74,55% están dirigidos por hombres. Sin embargo, pese a su escasa representación en los puestos más altos, las mujeres son más del 44% en los equipos de los grupos investigadores aragoneses, según datos del Gobierno de Aragón. Este viernes se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, una jornada que busca visibilizar el trabajo de las mujeres que se dedican a las áreas STEM (siglas en inglés para referirse a las ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas). 

En todas las áreas, la participación supera el 40%, menos en Ingeniería y Arquitectura, donde la representación de la mujer todavía no alcanza el 30%. El número de investigadoras en el Instituto de Investigación en Ingeniería de la Comunidad representan solo un 29% del total, según los datos proporcionados por el Colegio de Ingenieros Industriales de Aragón y La Rioja (COIIAR).

"Tradicionalmente siempre ha habido más hombres en las escalas altas de la investigación, pero desde que se crearon las Comisiones de Mujer y Ciencia, hará 20 años como mucho, ha habido un incremento en el liderazgo de las mujeres", explica la presidenta de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas (AMIT) y delegada del CSIC en Aragón, María Jesús Lázaro.

Sin embargo, Lázaro advierte que este empuje se encuentra ahora en una fase de estancamiento, una situación que intentan revertir con acciones. "Intentamos incentivar a las mujeres y reforzar la igualdad en las instituciones en todas las escalas", señala la presidenta de AMIT Aragón. Por eso, esta asociación que engloba a 130 investigadoras y tecnólogas aragonesas se centra en ofrecer programas de mentorazgo y apoyo a la conciliación laboral sin perjuicio en las carreras profesionales de cada una de ellas, y en la elaboración de propuestas para crear planes de igualdad.

Más alumnos que alumnas en las carreras científicas

En la Universidad de Zaragoza, los grados de ramas científicas, sanitarias e ingenierías suman 6.641 alumnos frente a 5.809 alumnas durante este curso 2021-2022. Sin embargo, el reparto es muy desigual, ya que en los grados incluidos en Ingeniería y Arquitectura, los hombres casi cuadruplican a las mujeres (4.434 frente a 1.434); mientras que en las carreras de Ciencias de la Salud ellas triplican a ellos (3.160 frente a 1.025).  

Un ejemplo cercano de mujer dedicada a la investigación que lidera un equipo científico es Nerea Irigoyen, viróloga zaragozana especializada en zika y coronavirus, que actualmente dirige un grupo en la División de Virología en el Departamento de Patología de la Universidad de Cambridge.

Tras finalizar su doctorado en Biología Molecular en el Centro Nacional de Biotecnología, consiguió una beca de una fundación británica en la que le ofrecían 250.000 libras durante cuatro años para realizar sus investigaciones. Irigoyen no se lo pensó dos veces, hizo las maletas y llegó hasta Cambridge (Inglaterra), donde, once años después, dirige su propio grupo de investigación en este prestigioso centro. "Para alguien que acaba de terminar su tesis doctoral, tener ese dinero para investigar lo que tú quieres es prácticamente imposible", reconoce la viróloga. 

Irigoyen afirma que todavía queda mucho camino por recorrer para llegar a una igualdad en la situación de las mujeres en la ciencia, aunque reconoce que hay cierta evolución y una mayor visibilidad. "Está evolucionando poco a poco, hay iniciativas como el 11F que dan mucha visibilidad y están ayudando mucho. Puede que ahora el impacto sea pequeño o no se note, pero quizás en diez años veamos más chicas que han visto a mujeres científicas con las que identificarse", agrega.

Su laboratorio está formado en su totalidad por mujeres y juntas estudian virus y flavivirus como el zika y el coronavirus, en el que centran todos sus esfuerzos desde el inicio de la pandemia. Sobre su carrera científica, la investigadora zaragozana reconoce que lo realmente complicado no es llegar hasta la cima, sino quedarse en esa posición. "Lo difícil no es romper el techo de cristal, sino que los cristales que caen no te rompan a ti. Porque una vez que llegas arriba, es difícil mantenerte", señala Irigoyen.

Preguntada por qué consejo le daría a una joven interesada en emprender su camino en el mundo científico, dice: "Le diría que lo intente. El camino es duro, pero por lo menos sabrás que lo has intentado. Te sentirás tranquila porque hiciste lo que tenías que hacer y puedes aprender muchísimas cosas, no solo en Ciencia, sino también como persona. Necesitamos más mujeres referentes en la ciencia para que muchas niñas y adolescentes vean lo que pueden conseguir, porque ellas son como tú", concluye.