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COVID-19

Sin datos actualizados de contagios mientras Ráfales respira tras las últimas PCR

Las piscinas y el bar de la localidad reabren tras el cribado masivo y el confinamiento de más de un centenar de personas

ARAGÓN NOTICIAS /
Un niño pasea en bicicleta por la localidad de Ráfales (Teruel).
icono foto Un niño pasea en bicicleta por la localidad de Ráfales (Teruel).

Un problema informático ha impedido hoy actualizar los datos de contagios por COVID-19 en Aragón, por lo que hoy permanecen publicados los del día anterior, según informan fuentes del Departamento de Sanidad. En este contexto,La localidad turolense de Ráfales ha vuelto este sábado a la normalidad tras constatar un día antes que el brote de coronavirus detectado a comienzo de semana y que obligó al autoconfinamiento de más de un centenar de personas, así como al cierre de varios establecimientos y las piscinas del pueblo, no ha ido más allá de 20 contagios, todos ellos asintomáticos o con sintomatología leve, tres de los cuales se conocieron este viernes tras la práctica de más de cien pruebas PCR.   

El bullicio de las piscinas y el polideportivo y el trasiego de gente por la Plaza Mayor contrasta con el silencio y la quietud de estos últimos días en los que muchos vecinos y visitantes han permanecido en vilo a la espera de los resultados de las pruebas PCR practicadas por Sanidad. Tras conocer que el número de afectados no ha superado la veintena, únicamente permanecen aislados aquellos que no habían sido vacunados o estaban a la espera de recibir la segunda dosis. 

Las alarmas saltaron el pasado martes, cuando una persona acudió al centro de salud de Ráfales con síntomas de COVID-19. Tras dar positivo, elaboró una lista de 30 contactos estrechos, a partir de los cuales la lista fue ampliándose hasta más de un centenar de personas. El origen del brote se localiza, según afirma el alcalde de la localidad, José Ramón Arrufat, en las reuniones de jóvenes en los parques y otras zonas verdes para hacer botellón. Otros vecinos, en cambio, apuntan a que la imprudencia fue generalizada y se celebraron reuniones de personas de todas las edades, tanto en la plaza principal, como en las peñas de la localidad. 

La gran cantidad de posibles afectados y la afluencia de visitantes llegados de fuera en la semana, en la que tradicionalmente se hubieran celebrado las fiestas patronales de la localidad, motivaron que Sanidad activase un dispositivo de cribado en el polideportivo a partir del personal del centro de salud de Valderrobres. "Los servicios médicos actuaron con muchísima rapidez y eficacia y, tras recibir el refuerzo de más médicos y enfermeros venidos de otras zonas, en pocas horas hicieron las PCR a todos los afectados", destaca Arrufat.

Escasez de medios

Mientras aparecían los primeros contagios confirmados, más de un centenar de personas se confinaron en sus casas como medida de precaución a la espera de obtener los resultados de las pruebas y se procedió al cierre  tanto del bar como de las piscinas. "Pensábamos que el problema iba a ser mucho mayor porque durante la época estival la población en el pueblo se multiplica por tres y por cuatro", explica el alcalde.  

Una situación que podía haberse visto agravada por la dificultad para aislarse en las casas. "Hay familias donde se juntan ocho y diez personas entre padres, hijos y abuelos y las viviendas del pueblo no están adaptadas al cien por cien para hacer una cuarentena", detalla Arrufat.  

De ahí que, como cuenta el regidor municipal, no pocos visitantes, especialmente llegados de la provincia de Barcelona, adoptasen la decisión de abandonar Ráfales y regresar a sus localidades de origen, con el riesgo de propagación que por otra parte ello puede suponer. "Algunos decidieron marcharse al ver que los medios obsoletos con los que contamos en las zonas rurales podían verse desbordados y se volvieron a sus residencias habituales".

Un problema, el de la escasez de medios que también afecta a capacidad de vigilancia de la Guardia Civil. "Sí que la vemos pasar haciendo ronda, pero ellos mismos te cuentan que se ven desbordados porque en el mundo rural cuentan con muy pocos efectivos y, en verano, también cogen vacaciones, como todo el mundo, cuando lo que debería hacerse es reforzar su presencia en la época estival en la que la población nos aumenta tanto", reflexiona el alcalde.