Simbolismo e historia en el telón Unceta, la joya del Teatro Principal

El telón Unceta es la joya de la corona del Teatro Principal de Zaragoza. Este cortinaje es el encargado de dar la bienvenida a los visitantes. Son 100 metros cuadrados de pintura repletos de simbolismo e historia. Pero el icónico teatro zaragozano cuenta además con otros tres telones que en este Día Internacional del Teatro merece la pena conocer.

En el centro está representada la fama, la gloria que, con sus brazos abiertos, recibe a sus musas, Talía y Melpómene, la tragedia y la comedia, respectivamente. Una con un puñal en la mano y la otra con una máscara. En la escalinata, a la izquierda, hay 13 dramaturgos y dramaturgas del Siglo de Oro, entre los que se encuentran Cervantes, Gertrudis Gómez de Avellaneda, Sor Juana Inés de la Cruz, Garcilaso, Calderón de la Barca o Lope de Vega. A la derecha, otros tantos intérpretes del momento. En la parte posterior, hay un libro y una lira, que representan la unión entre la palabra escrita y la representada.

La fama con sus brazos abiertos. A la izquierda, la tragedia. A la derecha, la comedia. 

Este telón fue pintado por Marcelino de Unceta y López en el año 1877. El gerente del Patronato de Artes Escénicas de Zaragoza, José María Turmo, señala que esta fue su única intervención en el mundo de la escenografía, "nunca más volvió a tocar este tema". "Se había inspirado en los telones de boca del teatro de la Comedia y del teatro de la Zarzuela y lo cierto es que el resultado fue espectacular. Al fin y al cabo Unceta es uno de los grandes pintores de su siglo", destaca Turmo.

Hasta la fecha, ha sido restaurado en cinco ocasiones, la última intervención se produjo cuando se actuó en el edificio. Además, desarrolla su labor a diario y su estado de conservación es bueno, apunta Turmo.

Al otro lado del telón, la parte que el público nunca ve, hay decenas de firmas de las compañías que han pasado por el escenario. También una pequeña mirilla por la que los actores pueden mirar el patio de butacas para saber cuánto público hay antes de empezar el espectáculo. 

Esta es la mirilla que permite a los actores ver el patio de butacas antes de comenzar la función. 

Otros tres telones más 

El segundo de los cortinajes, también de boca, es de color verde y tiene bordado el escudo heráldico de la ciudad de Zaragoza con las iniciales de sus títulos: "Muy noble, muy leal, muy heroica, siempre heroica, muy benéfica e inmortal". Fue creado en 1908, con motivo del primer centenario de los Sitios de Zaragoza, ya que ,como señala el gerente del Patronato, la ciudad puede presumir, posiblemente, de tener "más títulos nobiliarios que ninguna otra de España".

Un telón con un gran emblema de la ciudad fue creado en 1908. 

El tercer telón es en americana, el que vive en el imaginario colectivo. Es sencillo, rojo y de doble apertura. Se utiliza en actos menos solemnes o menos académicos. 

Este es el telón en americana que vive en el imaginario colectivo. 

El último de ellos quizá sea el más desconocido. Está fabricado con acero inoxidable y es cortafuegos. Se trata de un mecanismo de seguridad, cuyo objetivo es aislar cualquier incidencia y convertir en estancos el espacio del escenario y del patio de butacas. Es decir, evitar que en caso de incendio el fuego pase de uno a otro, en cualquiera de las direcciones. Todo con el objetivo de evitar tragedias, como las que ya han ocurrido a lo largo de la historia. Además, en caso de emergencia baja de forma automática. 

Estos son los cuatros telones del Principal. Tres de ellos diques de forma habitual entre actores y público. A un lado, guardan el espectáculo, el secreto; al otro, el deseo y la expectación. Porque cuando un telón se abre, todo puede suceder. Cuando cae, todo acaba.  Pero siempre queda algo: la magia del teatro.